Réquiem por los kioscos

El proyecto de ley asestará un duro golpe al pequeño negocio, concretamente a los kioscos. Fuente: Itar Tass.

El proyecto de ley asestará un duro golpe al pequeño negocio, concretamente a los kioscos. Fuente: Itar Tass.

La nueva ley antitabaco, que podría entrar en vigor en 2013, afectará al pequeño comercio ya una parte importante de sus ventas son los cigarrillos. Entre 300.000 y 500.000 personas perderían su empleo.

Se sabe que el proyecto de ley antitabaco 'más severo de Rusia' está prácticamente acordado por todos los ministerios. Si se aprueba la ley, a partir del 2013 entrará en vigor la prohibición de fumar en lugares públicos, la venta de cigarrillos en los kioscos y  que se muestren artículos de tabaco y gente fumando en las nuevas producciones audiovisuales destinadas a los niños.

 

El proyecto de ley asestará un duro golpe al pequeño negocio, concretamente a los kioscos. Los cigarrillos y la cerveza, cuya venta en estos establecimientos se prohibirá a partir del 2013, representan el 70% de sus ventas. Como resultado, muchos puntos de venta tendrán que cerrar y se quedarán sin trabajo entre 300.000 y 500.000 personas.

 

Serguéi Belmyakin, viceministro de Sanidad, informó que el documento ya ha recibido el visto bueno del ministerio de Desarrollo Económico, del de Finanzas y del de Cultura. “Todavía nos quedan algunas asperezas por limar con el ministerio de Industria y Comercio, pero confiamos que nos vamos a poner de acuerdo próximamente”, explicó. Esto significa que el documento será examinado por el Gobierno el 18 de octubre de este año, antes del 1 de noviembre se enviará a la Duma y entrará en vigor en 2013.

 

“La necesidad de tal prohibición apareció sobre todo porque los kioscos, con más frecuencia que los grandes establecimientos, venden cigarrillos a los menores de edad”, aclara el director de la Asociación de productores de tabaco 'Tabacprom', Vadim Zhelnin. Se trata de un argumento razonable pero no se apoya en ningún tipo de estadística del ministerio de Sanidad.

 

Todas las partes reconocen la necesidad de preocuparse por la salud de los adolescentes pero al mismo tiempo, cada una de ellas encuentra algún motivo de preocupación. Los productores consideran que los consumidores no podrán encontrar información fidedigna sobre el producto; 'Opora Rossii' ('El sostén de Rusia', asociación de pequeños y medios empresarios) está preocupado por el pequeño negocio porque se ha establecido un período de transición demasiado corto, mientras que la Asociación de productores de tabaco alerta de un posible aumento del comercio ilegal.

 

Al mismo tiempo, el comercio al por menor vende entre un 50% y un 70% de toda la producción tabaquera, y 'Tabacprom' asegura que con el nuevo proyecto de ley las ventas no se reducirán.

 

“Al principio el efecto puede ser catastrófico, mientras los productores no se adapten a   trabajar más con las grandes cadenas, asegura Zhelnin. “Los fumadores habituales, que son los que garantizan las ventas, son los que asegurarán también que se mantengan los volúmenes actuales. El principal peligro para la industria será que si la gente se ve obligada a perder mucho tiempo para comprar cigarrillos entre las colas de los supermercados, el camino al establecimiento, etc., estas circunstancias pueden favorecer que prospere la venta ilegal, hasta llegar a qué las abuelas vendan tabaco cerca del metro”.

La prohibición de vender cigarrillos en los kioscos puede incluso provocar el efecto contrario, asegura el experto. “Cuando la persona tiene reservas, fuma más”, considera.

 

El pequeño comercio es el que corre más peligro. Si nos fijamos en las estadísticas, en un futuro próximo a los kioscos les espera casi la desaparición total. Los cigarrillos y las cervezas (según datos de la empresa Nielsen) representan más de un 70% de sus ventas. La cerveza no podrá venderse aquí a partir del 2013, y los cigarrillos representan un 38% de las ganancias, según las estimaciones del ministerio de Desarrollo Económico. De los 370.000 puestos existentes actualmente en Rusia, cerca de 175.000 se verán obligados a cerrar, lo que supone que entre unas 300.000 y 500.000 personas perderán el trabajo.

 

Según la directora ejecutiva de la sección regional de Nizhni Nóvgorod de 'Opora Rossii', Irina Voinovaya, el periodo de transición de un año es demasiado corto para los pequeños comerciantes. Voinovaya cree que tendría que haber sido de cinco años, ya que la mayoría de comerciantes están ahogados por créditos para desarrollar el negocio.

 

Según la opinión de algunos expertos, para poder sobrevivir, estos comercios tendrán que reconvertirse y especializarse, por ejemplo, en la venta de leche o de verduras.

Artículo publicado en la revista Expert.

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