El músico británico aseguró que "disentir es
un derecho natural e inalienable en cualquier democracia y los políticos
deben asumir con tolerancia este hecho".
"El sentido de la mesura y el sentido del humor son signos de fortaleza, no de debilidad", dijo.
Sting manifestó también su convencimiento de que "las autoridades
rusas retirarán las falsas acusaciones y permitirán que esas mujeres,
esas artistas, reanuden sus vidas y regresen con sus familias e hijos".
Al principios de esta semana fue el grupo estadounidense Red Hot
Chili Peppers el que manifestó su apoyo a Pussy Riot durante los
multitudinarios conciertos en Moscú y San Petersburgo en los que su
cantante, Anthony Kiedis, actuó ataviado con una camiseta con el nombre
del grupo ruso.
"Pienso todo el tiempo en vosotras. Aplaudo
vuestro coraje. Rezo por vuestra liberación. Pienso hacer llegar al
mayor número de personas posible lo que os está pasando", señaló el
bajista, Michael Balzary, alias "Flea".
Precisamente, el
tribunal Jamovnicheski de la capital rusa anunció este lunes que el 30
de julio comenzará el juicio por el proceso penal incoado contra las
tres mujeres, cuyo prisión cautelar, situación en la que se encuentran
desde mediados de enero, fue extendida el viernes por otros seis meses.
De esta forma, las jóvenes consideradas presas de conciencia por
Amnistía Internacional continuarán en custodia hasta mediados de enero
del próximo año, según las agencias rusas.
Las tres jóvenes
son acusadas de vandalismo, según el artículo 213 del código penal, por
atentar contra los valores tradicionales de la Iglesia Ortodoxa Rusa.
El pasado 21 de febrero las encapuchadas componentes de Pussy Riot
penetraron en una zona restringida del altar del principal templo
ortodoxo ruso desde donde se ofician las homilías, imágenes que han
visto cientos de miles de personas en youtube.
Además, las
tres mujeres se desprendieron de varias de sus prendas y comenzaron a
tocar la guitarra eléctrica, a cantar y a bailar en ropa interior.
"Madre de Dios, echa a Putin", decía la canción.
La Iglesia rusa reaccionó indignada ante la profanación del lugar
sagrado y pidió un severo castigo contra las mujeres, que podrían ser
condenadas a varios años de cárcel, mientras las cancillerías
occidentales han pedido su inmediata liberación.EFE
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