No lo tendrá fácil Emery, pues por el momento
el Spartak no ha logrado mejorar la plantilla de la pasada temporada,
no tanto por falta de dinero, como por la dificultad de convencer a
jugadores de alto nivel para que recalen en Rusia.
El Spartak
no tira la toalla y sigue pescando en la liga española, en particular en
el descendido Villarreal para fichar al internacional español Bruno,
por el que estaría dispuesto a pagar 12 millones de euros.
La
buena noticia para Emery es que el resto de equipos punteros en Rusia
tampoco ha tirado el dinero por la ventana para fichar grandes nombres,
como es el caso del campeón, el Zenit San Petersburgo.
Y no
por falta de deseo, ya que la corporación gasística Gazprom ha ofrecido
importantes sumas por futbolistas importantes, pero sus clubes han
rechazado todas las ofertas.
Esto preocupa a su técnico, el
italiano Luciano Spalletti, que es muy consciente que con Kerzhakov como
único delantero puro será muy difícil conseguir su tercera liga
consecutiva y llegar lejos en la Liga de Campeones.
El Zenit
mantiene la misma columna vertebral que le ha permitido dominar el
fútbol ruso en los últimos años y está a la espera del retorno de su
máxima estrella, el portugués Danny, que se perdió la Eurocopa por una
grave lesión.
El primer aviso los pupilos de Spalletti lo
recibieron en la Supercopa rusa, partido en el que el Rubín Kazán, que
ha fichado al zurdo español Marcano (Villarreal), fue muy superior al
equipo de la antigua capital imperial (2-0).
Otro de los
eternos candidatos a la victoria es el CSKA que, pese la decepcionante
campaña y las críticas de prensa y aficionados, tomó la decisión de
mantener en su puesto al técnico, Leonid Slutski.
El equipo
del Ejército ruso confía en que el internacional Dzagóev, autor de tres
goles en la pasada Eurocopa, sea el líder del que han carecido en las
últimas temporadas y que el delantero marfileño Doumbia recupere su
olfato de gol.
Los otros dos equipos que podrían optar a ganar
el campeonato son el Dinamo, el equipo que practicó el mejor juego la
pasada temporada, y el Anzhí de Majachkalá, cuyo entrenador es el
holandés Guus Hiddink.
El Anzhí, el nuevo rico de la liga rusa
que se clasificó la pasada temporada para la Liga Europa por primera
vez en su historia, espera dar el salto de calidad con la pareja
atacante del camerunés Samuel Eto'o y el también africano Traore.
La liga rusa arranca hoy con el partido entre el recién ascendido
Mordovia y el histórico Lokomotiv, un grande en horas bajas que ha
fichado como técnico el exseleccionador croata Bilic.
Las
primeras 19 jornadas se disputarán hasta el próximo 10 de diciembre,
tras lo que los equipos tendrán un receso invernal de tres meses.
El campeonato se reanudará a principios de marzo, cuando el crudo
invierno habrá remitido en casi todo el país y la nieve comience a
derretirse, y concluirá a finales de mayo o a principios de junio.
La Unión de Fútbol de Rusia decidió adoptar el calendario vigente en
el sur de Europa para mejorar el rendimiento de los clubes rusos en las
competiciones europeas y de la selección, con la vista puesta en la Copa
Mundial que Rusia organizará en 2018.
Hasta ahora, la liga
rusa se disputaba entre marzo y noviembre con un pequeño paréntesis
estival de poco más de un mes con el fin de evitar la disputa de
partidos durante el invierno.
La asociación de futbolistas
rechazó la modificación del calendario, al considerarla prematura,
mientras muchos clubes aseguraron que sus estadios no están capacitados
para acoger partidos cuando las temperaturas con gélidas.
Con
vistas a la Copa Mundial, las autoridades rusas han ordenado la
construcción de más de una decena de estadios en las principales
ciudades de la Rusia europea.EFE
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