El pasado mes de junio, el presidente
ruso, Vladimir Putin, firmó una nueva ley sobre manifestaciones que
prevé las multas de hasta un millón de rublos (25.214 euros al cambio de
hoy) para los participantes y organizadores de concentraciones no
autorizadas.
La Alta Comisionada recordó que las autoridades
rusas ahora también tienen "más poder para rechazar emitir permisos para
concentraciones masivas".
Asimismo, Pillay instó al Gobierno
ruso a "asegurar que sus leyes estén en concordancia con sus compromisos
internacionales en materia de derechos humanos y dentro del marco legal
nacional".
El pasado 11 de julio el Parlamento ruso adoptó
una disposición "que limita la libertad de información en internet",
puesto que se permitirá al Gobierno bloquear aquellos sitios web con
contenido "extremista o dañino para los niños", si bien Pillay temió que
esta herramienta se pueda utilizar también para limitar la libertad de
expresión e información.
"Es muy frustrante que se estén
aprobando leyes que restringen el espacio de la sociedad civil en lugar
de aquellas que crean un ambiente de promoción y protección de los
derechos humanos", agregó.
Respecto a la restauración de las
leyes sobre difamación recogidas en el Código Penal, Pillay urgió al
Gobierno a "evitar dar más pasos atrás hacia una era más restrictiva".
"La crítica y el debate en ocasiones pueden ser incómodas para las
autoridades, pero son elementos cruciales para desarrollar cualquier
sociedad", concluyó. EFE
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