El embajador ruso ante Naciones
Unidas, Vitaly Churkin, expresó en las negociaciones que mantienen los
miembros del máximo órgano de decisión de la ONU que la referencia a las
sanciones es "totalmente inaceptable" para Moscú y acusó a las
potencias occidentales de defender sus propios intereses en el conflicto
sirio.
"Rusia y China expresaron su objeción al Capítulo VII,
pero no fueron capaces de presentar razones convincentes de por qué",
dijo el embajador del Reino Unido ante la ONU, Mark Lyall Grant, al
salir de la reunión que se prolongó cerca de dos horas y en la que se
acordó una votación del texto occidental para este miércoles.
Ese texto, que incluye la renovación de la UNMIS por 45 días, quiere
aumentar la presión con la amenaza de sanciones bajo el Capítulo VII de
la Carta de Naciones Unidas, para que el régimen de Bachar al Asad
detenga la violencia y cumpla con el plan de paz de Kofi Annan, un punto
al que Moscú se opone frontalmente.
Rusia prefiere ampliar
tres meses el mandato de los observadores, que expira el 20 de julio, y
presentó también la semana pasada para ello una resolución propia que no
incluye presiones concretas sobre el régimen del presidente sirio, un
texto que los países occidentales consideran "insuficiente".
"Ya es hora de que el Consejo actúe. Tenemos que responder a la petición
de Kofi Annan para que se inicie un proceso político en el país y para
que haya consecuencias para quien no cumpla con su plan de paz", indicó a
Efe una fuente occidental del Consejo.
Para los países
occidentales la petición de "consecuencias" que lanzó Annan en su última
comparecencia ante el Consejo se debe traducir en la amenaza de
sanciones a Damasco, quien tiene la primera responsabilidad de detener
los enfrentamientos.
"El Capítulo VII se va a quedar en la
resolución", insistió el embajador de Francia ante la ONU, Gérard Araud,
quien pidió, en clara referencia a Rusia y al posible uso de su poder
de veto, que "cada país asuma sus responsabilidades" en Siria.
Rusia y China ya han usado en dos ocasiones -en los pasados octubre y
febrero- su poder de veto en el Consejo de Seguridad de la ONU ante
resoluciones occidentales sobre Siria.
El máximo órgano
internacional de seguridad intentará seguir negociando para acercar
posturas de cara al voto sobre la extensión del mandato de la UNSMIS,
que, según fuentes diplomáticas, se mantiene pare este miércoles, 18 de
julio.
Se espera al mismo tiempo que los esfuerzos mediadores
que Kofi Annan y el secretario general de la ONU, Ban Ki-moon, realizan
estos días con sendas visitas a Moscú y Pekín, respectivamente, influyan
para que el Consejo de Seguridad encuentre el consenso.
Por
el momento, Rusia bloqueó también hoy la condena que el Consejo quería
emitir sobre la masacre de la semana pasada en la ciudad siria de
Tremseh, donde murieron más de 200 personas, y en la que se reprobaba el
uso por parte del Ejército sirio de armamento pesado contra núcleos de
población.
Mientras tanto, la situación en Siria se agrava,
según denunció este lunes la ONU, cuya subsecretaria general para
Asuntos Humanitarios, Valerie Amos, alertó en un comunicado del
"devastador impacto físico y psicológico" que el conflicto tiene en
estos momentos sobre "cientos de miles de personas".
Amos
señaló que, ante un escenario que la Cruz Roja ha definido ya como
"conflicto armado", las partes enfrentadas deben "distinguir entre
civiles y combatientes para evitar más muertos y heridos entre los
civiles", al tiempo que recordó que "los ataques contra civiles
constituyen crímenes de guerra".
Además, el representante
especial en funciones de la ONU sobre violencia sexual en conflictos,
Vijay Nambiar, lanzó un mensaje de alarma ante el número de abusos a
"mujeres, niñas y hombres" sirios, a manos de fuerzas gubernamentales y
sus milicias, las shabiha, que practican entre otras cosas "violaciones
en grupo". EFE
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