En total el Consejo de Derechos
Humanos ha realizado 4 sesiones especiales sobre Siria, un debate
urgente, varias "conversaciones" con los miembros de la Comisión
Especial de Investigación, y ha aprobado siete resoluciones de condena.
Al presentar la resolución, el embajador turco ante Naciones Unidas
en Ginebra, Oguz Demiralp, recordó que "la proporción de la violencia y
la brutalidad en Siria han alcanzado niveles inimaginables, con, entre
otros, muertes deliberadas de mujeres y niños".
La embajadora
estadounidense, Eileen Chamberlain Donahoe, denunció "los bombardeos
aéreos, los asesinatos en masa, las ejecuciones sumarias, la tortura,
incluyendo violaciones, y otras atrocidades cometidas por el régimen", y
recordó que éste ignora al Consejo de Seguridad y al plan del enviado
especial.
Chamberlain dirigió un mensaje especial a los
miembros de las Fuerzas Armadas sirias: "No dejéis a Asad que abuse de
vuestra lealtad nacional".
Rusia intervino para solicitar que la resolución incluyera una enmienda que condenara "los actos de terrorismo en Siria".
Esta enmienda fue apoyada públicamente por China, Cuba y Angola que
destacaron la necesidad de denunciar y condenar el terrorismo en
cualquier lugar en el mundo.
Sin embargo, la enmienda fue
rechazada por una amplia mayoría, que usó el argumento defendido por
Estados Unidos de que si bien por principio todo el mundo denuncia y
condena el terrorismo, incluir esa enmienda "quebraría el frágil
equilibrio logrado para poder presentar la resolución".
La enmienda fue apoyada por 8 delegaciones, 6 se abstuvieron y 33 la rechazaron.
El embajador sirio ante el Consejo, Faisal Al-Hamwi, lamentó esta
decisión, y señaló su absoluta sorpresa por el hecho de que el texto no
haga ninguna mención específica a la violencia ejercida por los grupos
armados de oposición, a pesar de que han sido denunciados por la
Comisión de Investigación y por el propio enviado especial de la ONU y
la Liga Árabe, Kofi Annan, en numerosas ocasiones.
Una ausencia que también señaló Rusia.
La resolución de hoy reitera lo ya dicho en anteriores ocasiones, la
condena a los actos violentos y el apoyo a la misión de Annan, que en la
práctica, si bien no oficialmente, está en suspenso, porque ninguno de
sus preceptos se han cumplido.
El texto recuerda que, como ha
advertido la Alta Comisionada de los Derechos Humanos, Navi Pillay, en
Siria se han cometido y se siguen cometiendo crímenes contra la
Humanidad, y señala que ella ha pedido reiteradamente al Consejo de
Seguridad que el caso se refiera a la Corte Penal Internacional.
Los miembros del Consejo condenan "las extendidas y sistemáticas
violaciones a los derechos humanos" cometidos tanto por el Ejército como
por las "milicias controladas por el gobierno, conocidas como Shabiha".
El texto pide que las autoridades liberen a todos los detenidos
arbitrariamente, y que permitan el acceso a los expertos de derechos
humanos a los centros de detención.
Para contentar a Rusia y
China, que hasta la fecha han boicoteado todos los intentos de la
comunidad internacional de presionar de manera efectiva al régimen de
Asad, la resolución "reafirma el compromiso con la soberanía, la
independencia, la unidad y la integridad territorial de Siria. EFE
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