La leyenda luminosa de "¡Hay
aterrizaje!" en la pantalla gigante del CCVE fue recibida, como ya es
tradición, con fuertes aplausos de los especialistas e invitados a
presenciar la maniobra en la sala de control.
El descenso de
la cápsula rusa, que aterrizó unos 150 kilómetros al noreste de la
ciudad kazaja de Dzhezkazkgán, en una zona muy próxima a la calculado
por los técnicos, fue seguido desde el aire por tres aviones y doce
helicópteros.
"La tripulación soportó perfectamente el
descenso y el aterrizaje. Los cosmonautas están de buen ánimo", comunicó
al CCVE un miembro de los equipos de búsqueda desde el lugar donde se
posó la cápsula, según informó la agencia oficial rusa RIA-Nóvosti.
Una vez que sean sometidos a los exámenes médicos de rigor, los
tripulantes de la TMA-03M, serán trasladados en avión al Centro de
Adiestramiento de Cosmonautas Yuri Gagarin, en las afueras de Moscú,
donde pasarán un período de rehabilitación.
Durante su
estancia en la EEI, que comenzó a fines de diciembre e 2011, Kononenko,
Pettit y Kuipers realizaron una caminata espacial en el marco del
programa ruso, recibieron y descargaron tres naves rusas Progress, y
acoplaron y desengancharon el primer carguero estadounidense Dragon.
En total, los tres viajeros espaciales participaron en la realización
de una treintena de experimentos a bordo de la plataforma espacial.
El viaje de regreso de la EEI tuvo una duración de 3 horas y 26
minutos desde el momento en que la Soyuz TMA-03M se desenganchó de la
plataforma, donde permanecen los rusos Guennadi Padalka y Serguéi Revin,
y el astronauta de la NASA de origen puertorriqueño Joe Acabá.
Este mismo mes se sumarán a ellos tres tripulantes: el ruso Yuri
Malenchenko, la estadounidense Sunita Williams y el japonés Akihiko
Hoshide.
Los nuevos miembros de la misión permanente volarán a
la EEI en la nave Soyuz TMA-05, que será lanzada el próximo día 15
desde el cosmódromo de Baikonur (Kazajistán).
El acoplamiento
de la nave rusa con la plataforma tendrá lugar dos días después, tras lo
cual el mando de la misión permanente, que provisionalmente ejerce
Padalka, será asumido por la astronauta estadounidense.
Después de que los transbordadores estadounidenses fueran retirados de
servicio la naves rusa Soyuz son los únicos vehículos que se emplean
para el relevo de las tripulaciones de la EEI, situación que se
mantendrá al menos hasta 2016.
Así lo estipulan los contratos firmados entre Roscosmos, la agencia espacial rusa, y la NASA, de Estados Unidos.
Inicialmente estaba previsto que la plataforma orbital cerrara sus
puertas en 2015, pero Rusia y los otros 15 países que participan en el
proyecto insistieron en la importancia de prolongar su vida útil al
menos hasta 2020, en gran medida porque su construcción aún no ha sido
completada.
Además de Rusia, Estados Unidos, doce países
miembros de la Unión Europea (UE), Japón y Canadá participan en el
proyecto, al que no se ha sumado China, la tercera potencia espacial
mundial.EFE
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