Grinberg, en nombre de la institución
pública que dirige, considera poco idóneo el momento elegido para la
privatización y teme que las participaciones y acciones públicas serán
vendidas a un precio muy inferior a su valor real.
"La
privatización de la parte estatal en compañías vitales para la economía
del país (...) tiene un carácter ideológico y es claramente precipitada
en las actuales condiciones de incertidumbre financiera mundial y la
alta volatilidad del precio de las acciones de las empresas rusas",
advierte el economista.
El director del IE cree que la
privatización "se tornará probablemente en pérdidas millonarias para el
presupuesto estatal y la caída del nivel de seguridad económica del
país".
"Estas empresas están considerablemente infravaloradas
en comparación con las compañías extranjeras. Por lo tanto la venta de
los activos estatales solo es posible a precios rebajados", lamenta
Grinberg en una carta publicada a modo de página publicitaria en uno de
los diarios económicos más influyentes de Rusia.
El economista
califica de un "error demasiado caro" afrontar la privatización en una
época de relativa bonanza de la economía rusa, que crece a un ritmo
estable en una coyuntura de crisis económica mundial.
"La
economía rusa es una de las más estables del mundo, sin déficit. A día
de hoy no hay ni una sola razón para acelerar la privatización de las
compañías pertenecientes y participadas por el Estado", concluye
Grinberg.EFE
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