Vladímir Putin lleva el control de varios programas de defensa de animales protegidos, especialmente, del tigre de Amur, el leopardo de las nieves y la ballena blanca. Fuente: Flickr.
Los ecologistas escriben
El Fondo Internacional para el Bienestar Animal (IFAW), el Consejo para la Protección de los Recursos Naturales (NRDC) y el grupo de derechos humanos Human Society International (HSI), pidieron a Vladímir Putin que presentara una propuesta de Rusia para la inclusión de los osos polares en el Apéndice I de la Convención sobre el Comercio Internacional de Especies Amenazadas de Fauna y Flora Silvestres (CITES). Este paso permitiría aplicar una reglamentación particularmente estricta con respecto a la prohibición internacional sobre el comercio de pieles de osos polares y más control sobre la caza de trofeos.
Vladímir Putin lleva el control de varios programas de defensa de animales protegidos, especialmente, del tigre de Amur, el leopardo de las nieves y la ballena blanca.
Especies en venta
A pesar de que en Rusia la caza del oso polar está prohibida desde hace más de 50 años, en internet se pueden encontrar en la actualidad anuncios en los que se venden pieles, patas, uñas, además de servicios de curtido e incluso de legalización de productos.
El periódico Izvestia se puso en contacto con todos los vendedores y concluyó que el mercado negro de las pieles de los osos polares en el país sigue prosperando. Los bienes extranjeros, en su mayoría canadienses, pueden adquirirse fácilmente por hasta 3 millones de rublos (unos 92.000 dólares), mientras que el precio de la piel de oso polar ruso va de 250.000 a 320.000 rublos (entre 7.700 y 9.900 dólares), dependiendo del tamaño y de si incluye la cabeza enseñando los dientes.
“En el mercado hay pieles rusas de Yamal e incluso canadienses compradas en subastas, pero son de la misma calidad que las nuestras, aunque algo más caras”, explica uno de los vendedores. “La piel es nueva, fresca, sin congelar, hace un año el oso estaba corriendo, así que durante 40 años se conservará sin volverse amarillenta”, rezan algunos anuncios.
A la pregunta de si existen permisos, el vendedor se queja de que antes la caza estaba permitida por completo, pero que actualmente la producción es muy baja.
“Nosotros proporcionamos los documentos, pero es preferible no sacarlos del país, una vez dentro puede haber problemas, pero no siempre”.
Comprar los documentos CITES, que permiten legalizar la caza furtiva en Rusia, tampoco resulta un problema. Cuesta unos 30.000 rublos (unos 900 dólares).
“Es imposible imposible obtener esos documentos legalmente porque sólo se dan para determinados animales pero se venden, obviamente, a fin de producir de un animal explotado en Rusia, bienes para Canadá”, dice la directora del IFAW María Vorontsova.
En la actualidad, esa es casi la única manera de sacar pieles de Rusia, aún siendo Canadá uno de los pocos países en los que son legales los productos fabricados a partir de oso polar para exportar: los residentes del país se hacen con permisos de caza y, éstos, a su vez, los revenden a cualquier persona interesada, lo que incluye también a los rusos.
Egoísmo
Según datos del HSI, en la subasta de piel Fur Harvesters Auction en la ciudad canadiense de Ontario en 2011, se obtuvieron alrededor de 5.000 dólares de la venta de piel de oso polar. En la subasta del 2012 se subastaron 75 pieles de este animal y una de ellas se vendió por 12.400 dólares, lo que supone un récord absoluto. Al mismo tiempo, los nativos reciben entre 400 y 1.750 dólares.
“Se cree los dos principales mercados de piel que existen son Rusia y China. En estas economías de rápido crecimiento, los oligarcas consideran que es un símbolo de prestigio tener una piel de oso polar en el salón al lado de la chimenea”, explica María Vorontsova.
En total hay 19 poblaciones en el mundo que tienen osos polares, cuatro de ellas en Rusia. Los expertos estiman que la reserva de la isla de Wrangel, en la que actualmente hay alrededor de 20.000 a 25.000 ejemplares, mientras que en Alaska-Chukotka viven entre 5.000 a 7.000.
De acuerdo con las observaciones de los científicos rusos, el número de osos en Rusia disminuye: en la isla de Wrangel quedan en total unas 60 ó 70 guaridas en lugar de las 300 que había no hace mucho. En IUCN anuncian que el número de osos polares se reducirá a dos tercios en los futuros 40 años. La opinión de los especialistas de IFAW es más pesimista: en los próximos 20 años, debido a la actividad humana, algunas poblaciones de osos pueden llegar a desaparecer.
La decisión sobre el cambio de la situación del oso polar podría ser tomada en la conferencia de CITES por los países que han firmado la Convención de las Naciones Unidas sobre el Comercio Internacional de Especies Amenazadas de Fauna y Flora Silvestres, en peligro de extinción. Dicho encuentro se celebrará en marzo de 2013 en Tailandia. Uno de los participantes deberá introducir la propuesta seis meses antes del encuentro. En ese momento, será necesario que el IFAW intente persuadir a las autoridades rusas en la relevancia de la situación de los osos polares.
“Escribimos al presidente, al nuevo Ministro de Recursos Naturales y a Rosprirodnadzor. En diciembre escribimos al ministro de Recursos Naturales, Trutnev, pero no recibimos respuesta”, explica la jefa del proyecto IFAW Mila Danílova.
El jefe adjunto de Rosprirodnadzor, Amirján Amirjánov, cree que la protección legislativa y jurídica de los osos polares en Rusia está suficientemente asegurada. Se recoge en el Libro Rojo Federal y aleja la caza por completo de la actividad económica, e incluso la prohíbe para los aborígenes.
“Debemos asegurarnos de que la lucha contra la caza ilegal que tiene lugar en todo el norte de Rusia es eficiente. En ese sentido, estamos tratando de concienciar a los residentes de Chukotka, sin los que no se podrían conseguir resultados”, dijo Amirjánov. “El oso se encuentra en una difícil situación a causa del cambio climático y de la caza, bien sea ésta legal, o ilegal y supone un gran golpe para la población”.
Una comisión especial formulará en octubre la posición de Rusia en cuanto a la situación de los osos polares. Participarán ecologistas, representantes del Ministerio de Recursos Naturales y Rosprirodnadzor.
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