En vísperas de la reunión de los presidentes 
de Rusia, Vladímir Putin, y de Estados Unidos, Barak Obama, en México, 
el Kremlin destacó hoy las "serias contradicciones" existentes entre los
 dos países.
   El encuentro de mañana, lunes, "está orientado a 
confirmar la continuidad del diálogo ruso-estadounidense y el desarrollo
 de la colaboración en espíritu pragmático y constructivo", declaró hoy a
 la prensa Yuri Ushakov, asesor del presidente de Rusia.
   No 
obstante, el consejero de Putin fue rotundo en que no hay razones para 
esperar de esa reunión presidencial "decisiones radicales".
   
"Cabe recordar que los estadounidenses están en campaña electoral, y en 
semejantes momentos las decisiones de principio son difíciles", dijo.
   Aún así, "la discusión misma, cuando Putin expondrá nuestros enfoques directamente a Obama, será útil", según Ushakov.
   Los dos presidentes de reunirán durante una hora y media antes de la 
celebración de la cumbre del Grupo 20 en Los Cabos (México).
   
El Kremlin "está a favor de mantener la tendencia positiva en las 
relaciones con Estados Unidos, logradas por Obama y (el anterior 
presidente ruso) Dmitri Medvédev, pero no piensa acallar los temas 
espinosos de la agenda bilateral e internacional",
   No 
obstante, resaltó, "hay quien quiere oscurecer el fondo de la reunión", y
 precisó que se refiere a la reciente declaración de la Secretaria de 
Estado, Hillary Clinton, sobre el presunto suministro de helicópteros de
 combate rusos a Siria, posteriormente desmentido tanto por la 
cancillería rusa como por el Pentágono.
   El principal problema 
bilateral para Rusia es el propósito de Estados Unidos de desplegar en 
Europa elementos de su escudo antimisil que Moscú ve como una potencial 
amenaza para su seguridad porque puede mermar la capacidad de sus 
cohetes estratégicos.
   "La parte norteamericana no está 
dispuesta a ofrecer garantías claras de que los elementos que se 
desplegarán en Europa no apuntarán contra Rusia. Las aseveraciones 
verbales son claramente insuficientes", dijo Ushakov.
   Obama y 
Putin analizaran así mismo los temas más agudos de la agenda 
internacional respecto a los cuales Rusia y Estados Unidos también 
mantienen serias divergencias y, en particular, la situación en Siria y 
el problema nuclear iraní.
   "Respecto a Siria", según Ushakov, 
las diferencias tienen "carácter táctico, no estratégico", pero "Rusia 
está categóricamente en contra de una injerencia militar exterior en el 
proceso de arreglo".
   En cuanto al programa nuclear iraní, 
"compartimos el propósito de impedir la proliferación (de las armas 
nucleares) pero bajo el reconocimiento incondicional del derecho de Irán
 a desarrollar su energética nuclear", dijo.
   "Para nosotros es
 cuestión de principio la inadmisibilidad de sanciones unilaterales 
estadounidenses contra Irán en contradicción con el derecho 
internacional y en perjuicio de terceros países", remarco Ushakov.
   El asesor de Putin calificó de "grave factor desestabilizador" el 
propósito del Congreso estadounidense de aprobar la "Ley Magnitski", que
 prohibiría la entrada en Estados Unidos a unos 60 ciudadanos rusos 
presuntamente implicados en la muerte en prisión de Serguéi Magnitski, 
abogado de la Fundación "Hermitage Capital".
   "Es evidente que 
tomaremos medidas de respuesta, en principio inevitables pero que 
desearíamos tener que aplicar. Si no hay ley, no habrá medidas de 
respuesta y naturalmente mejorará de inmediato la atmósfera (entre los 
dos países)", dijo.
   Ushakov también recordó la aún vigente 
enmienda Jackson-Vanik, que en tiempos soviéticos impuso restricciones 
al comercio con Moscú en represalia por la falta de libertad de 
desplazamiento en la URSS.
   Ushakov amenazó con que "si América
 no se deshace de ese vestigio de la guerra fría para fines de julio, 
cuando Rusia se convertirá en miembro de pleno derecho de la 
Organización Mundial del Comercio (OMC), las empresas de Estados Unidos 
se verán en seria desventaja en el mercado ruso en comparación con sus 
rivales de Europa y Asia".
   El representante del Kremlin 
recordó además los casos de "traslado por la fuerza de ciudadanos rusos 
desde terceros países a Estados Unidos, donde son sometidos a 
persecución judicial", el más famoso de los cuales es el de Víctor But, 
conocido en Occidente como "el Mercader de la Muerte" y acusado de 
tráfico de armas.
   Semejante manera de actuar "no contribuye a consolidar la confianza" entre Rusia y Estados Unidos, afirmó Ushakov.
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