Euro-descalabro

Karagounis, capitán griego, defendido por Zhirkov en el momento del gol (Foto: UEFA.com)

Karagounis, capitán griego, defendido por Zhirkov en el momento del gol (Foto: UEFA.com)

Rusia llegaba a la última jornada como líder de grupo con 4 puntos y el aval de la goleada ante República Checa. Ni por esas...

Superado por las circunstancias al verse por primera vez en el campeonato con el marcador en contra, cayó 1-0 y sin glamour ante la discreta pero siempre aguerrida Grecia, que acudía como última con un solo punto. La victoria de República Checa ante Polonia en el otro partido del grupo certificó la eliminación rusa. El descalabro es mayúsculo dadas las circunstancias. Fuera de la Eurocopa en la primera fase en el grupo más asequible del torneo. Una gran decepción para el futbol ruso, que exige reflexión: una plantilla sin carácter competitivo quizá, un experimento fallido (el de repetir con un técnico holandés, Advocaat) o una generación venida a menos, la de Arshavin, Pavlyuchenko y Zhirkov.



Grecia mostró más ya de inicio, al fin y al cabo tenía poco que perder. Con sólo un punto en dos partidos, sus remotas opciones de clasificación pasaban necesariamente por una victoria. Los helenos, campeones hace dos ediciones, con más coraje que argumentos futbolísticos, dominaron a una Rusia demasiado contemplativa, cándida de cara al gol y especulando con el resultado. Cuando juegas al empate, sueles acabar perdiendo. Un importante error de la retaguardia rusa al filo del descanso (un saque de banda que se convirtió en asistencia) permitió adelantarse a los griegos, tanto del veterano capitán Karagounis.



Sin Dzagoev salvador en esta ocasión, Rusia acusó la falta de puntería de su delantero titular, Aleksandr Kerzhakov, regañado con el gol durante todo el campeonato (se despide en blanco). Advocaat no esperó en esta ocasión a los últimos minutos para sustituirle por Pavlyuchenko, reclamado desde hace días como nueve titular por crítica y público. El cambio, en el descanso, tampoco pudo aportar soluciones en esta ocasión. Aunque la derrota seguía sirviendo para acceder a cuartos de final merced al empate provisional en el otro partido del grupo (Rep. Checa-Polonia), Rusia cambió el guión tras el paso por vestuarios, se hizo con el dominio del balón y se lanzó al ataque. Pero Grecia se encuentra por definición cómoda defendiendo marcador, apelotonando efectivos en el centro de la zaga como un equipo de rugby, una situación de la que por cierto no había gozado en todo el campeonato.



Pavlyuchenko y Dzagoev se retiran cabizabajos tras el partido, en contraste con la alegría griega (Foto UEFA.com)




Justo lo contrario que Rusia, que sólo había jugado a favor de corriente en los dos encuentros previos. Cuando los transistores informaron del tanto de República Checa, Rusia se vio sin red de seguridad, obligada a marcar para salir a flote. El rendimiento bajo presión no pudo ser peor. Un cabezazo de Dzagoev que salió lamiendo el palo fue la única ocasión clara que Rusia fue capaz de crear en toda la segunda mitad volcada al ataque. El resto fue un cúmulo de despropósitos e imprecisiones. Advocaat, que dirigió su último partido al frente de la selección rusa, se mostró bastante autocomplaciente en su análisis tras el partido: “Jugamos bastante bien, empujamos, pero Grecia se defendió bien. Tuvimos mala suerte. Deberíamos haber ganado hoy por un amplio margen, pero varios jugadores no estuvieron hoy certeros. El fútbol es así”.



Sin disturbios esta vez




En el ambiente de la delegación rusa, y de la Eurocopa en general, todavía coleaban los graves incidentes entre aficiones ocurridos el pasado martes en Varsovia antes y después del encuentro ante Polonia. Los disturbios se saldaron con 24 heridos de diversa gravedad, además de 156 polacos y 24 rusos detenidos, de los que unos 10 han sido ya condenados a penas de entre 3 y 12 meses de prisión. El enfrentamiento surgió a raíz de una marcha de aficionados rusos en Varsovia que celebraban el Día de Rusia (12 de junio, fiesta nacional en conmemoración de la declaración de soberanía).



La UEFA anunció el jueves una sanción para la selección rusa por los incidentes ‘protagonizados’ por sus aficionados: 6 puntos menos en la fase de clasificación para la próxima Eurocopa, lo cual significaría salvo milagro la no clasificación de Rusia. La Federación ha recurrido la sanción, todavía pendiente de ratificación. “Los ataques a aficionados rusos fueron premeditados. ¿Por qué? No lo entiendo. La policía se mostró muy profesional, pero nadie estaba preparado para ataques así en diferentes partes de la ciudad”, comentó el presidente de la Federación Rusa de Fútbol, Sergei Fursenko.



En los días posteriores, algunos aficionados rusos solicitaron a las compañías aéreas adelantar el vuelo de regreso por miedo a nuevos ataques. El presidente, Vladimir Putin, llamó personalmente a su homólogo polaco, Donald Tusk, para la exigirle al anfitrión la seguridad de sus aficionados. En los días posteriores también surgió el rumor de que se habían desplazado a Varsovia grupos de radicales rusos que buscarían ‘revancha’ a propósito del encuentro ante Grecia. Las autoridades locales anunciaron que extremarían las medidas de seguridad en la capital polaca y afortunadamente esta vez la sangre no llegó al río.

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