Las tablas ante Grecia (1-1) en el
partido inaugural del torneo exigen al equipo que dirige Franciszek
Smuda no despistarse lo más mínimo ante un rival que ahora mismo lidera
el grupo A después de su triunfo ante los checos (4-1) en una exhibición
del juego de transición.
Se prevé que algo más de 30.000
polacos y alrededor de 10.000 rusos asistan hoy en el estadio Nacional
de Varsovia al choque, a lo que se sumarán varios miles de hinchas que
se han desplazado a la capital polaca sin entrada para presenciar el
encuentro en la "fan zone" ubicada en el centro de la ciudad, donde más
de 100.000 personas podrían reunirse esta noche.
Un fuerte
dispositivo policial escoltará a los aficionados rusos en su camino al
estadio, recorrido que aprovecharán para celebrar el día del nacimiento
de la Federación Rusa tras la desintegración de la Unión Soviética, un
festejo que no ha hecho gracia a los varsovianos y que muchos ven como
una provocación nacionalista rusa.
Desde las autoridades
locales se insiste en que todos los aficionados son bienvenidos en
Polonia y se asegura que la Eurocopa se desarrolla con normalidad,
mientras miles de agentes distribuidos en el centro y cercanías del
estadio velan porque así sea.
Un mensaje que parecen no haber
oído algunos hinchas radicales polacos, desplazados hasta Varsovia desde
otras zonas del país con el objetivo de demostrar su fuerza frente a
sus vecinos rusos, como algunos seguidores del Lódz aseguraban hoy a Efe
sin querer mostrarse frente a la cámara.
Lo cierto es que
nadie se atreve a descartar que esta noche se produzcan enfrentamientos
entre ambas aficiones, aunque hasta el momento rusos y polacos comparten
sin incidentes las horas previas al choque.
En el encuentro
que enfrentó días atrás a Rusia con la República Checa varios hinchas
rusos agredieron brutalmente a dos empleados de seguridad del estadio de
Wroclaw cuando estos reprendieron a uno de sus compatriotas por mal
comportamiento. EFE
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