Lavrov, quien destacó que China, Francia e
Irán acogieron positivamente la propuesta, mientras EEUU aún se lo está
pensando, subrayó que el objetivo de la conferencia es "contribuir al
cumplimiento del plan de Annan y de las resoluciones de la ONU".
"No vemos alternativa al plan de Annan, que busca el arreglo pacífico
del conflicto", dijo, ya que la otra variante sería "el cambio violento
de régimen a través de la confrontación masiva con multitud de muertos
entre la población civil".
En esa cumbre, que se celebraría
bajo la égida de la ONU, participarían los cinco miembros permanentes
del Consejo de Seguridad de Naciones Unidas, los vecinos de Siria -Irán,
Líbano, Irak, Turquía y Jordania-, la Liga Árabe, en particular Arabia
Saudí y Qatar, y la Unión Europea.
"Debemos reunir a todos
aquellos que influyen en la situación en Siria. Se necesita un mecanismo
de control del cese del fuego entre las partes y otro para el inicio
del diálogo político", dijo y matizó que en un principio la cumbre no
incluiría a ningún representante sirio.
También defendió la
participación en la conferencia de Irán -contra lo que se manifestó ya
la secretaria de Estado norteamericana, Hillary Clinton-, ya que se
trata de "uno de los países que tiene influencia sobre el Gobierno
sirio".
Lavrov, que abordó este asunto anoche con Annan en
conversación telefónica, calificó tal conferencia sobre Siria de "prueba
de fuego de la honestidad" para la comunidad internacional sobre su
auténtico interés en que el conflicto en el país árabe sea solucionado
exclusivamente por medios pacíficos.
"El plan de Annan es
actual, pero necesita concreción, especialmente en lo que se refiere al
punto que contempla el cese del derramamiento de sangre y el comienzo
del diálogo político", precisó, citado por las agencias locales.
Además, admitió que el cumplimiento de los seis puntos contemplados
en el plan se ha estancado durante las últimas semanas debido al
"incremento de la actividad de elementos terroristas y extremistas
internacionales", cuyos atentados "son instigados desde el exterior
(...) con apoyo moral, armas, dinero, etc.".
"Actores
exteriores empujan a la oposición armada a continuar las acciones
militares, lo que da esperanza a esos opositores sobre la repetición del
escenario libio", apuntó el ministro ruso, cuyo país es considerado
aliado del régimen de Al Asad y, junto a China, se opone a un incremento
de la presión internacional sobre Damasco, sin hablas ya de una
intervención militar exterior.
Lavrov criticó que algunas
potencias "apoyen abiertamente a los grupos armados y a la oposición, y,
al mismo tiempo, exijan a la comunidad internacional acciones firmes
para el cambio de régimen en Siria".
"Por vez primera durante
la crisis (en Siria) se ha puesto sobre la mesa de manera apremiante y
apasionada la cuestión de la intervención exterior" diplomática,
advirtió, en referencia a la imperiosa necesidad de convocar la
conferencia.
El ministro ruso reconoció que el régimen de
Bachar al Asad "ha cometido muchos errores desde el estallido del
conflicto" hace más de un año, pero matizó que la responsabilidad de la
violencia debe ser compartida por los rebeldes.
Y aseguró que
Moscú respaldaría la renuncia de Al Asad si en eso "se ponen de acuerdo
los sirios unos con otros", pero matizó que "imponerlo desde fuera como
condición es inaceptable, ya que no conducirá a una solución
definitiva".
Al mismo tiempo, subrayó que Rusia mantiene
invariable su postura en contra de una intervención militar extranjera
en Siria y de la imposición de nuevas sanciones internacionales contra
Damasco.
"Nuestra postura se mantiene invariable: no
aceptaremos que el Consejo de Seguridad apruebe el uso de la fuerza.
Esto conllevaría consecuencias gravísimas para todo Oriente Medio. Pero
no porque apoyemos al régimen de Al Asad, sino porque sabemos qué
compleja es la composición confesional del Estado sirio", aseveró.
En su opinión, "algunos que exigen injerencia externa, lo que desean
es romper ese equilibrio confesional y convertir a Siria en un polígono
para la lucha por la hegemonía en el mundo musulmán".
Lavrov
también subrayó que, en caso de que la conferencia de paz se convoque,
éste debe ser el único formato aceptado internacionalmente para el
arreglo pacífico del conflicto, por lo que el llamado Grupo de Amigos de
Siria dejaría de tener validez.
Además, rechazó las
acusaciones de EEUU de que el armamento ruso contribuya a la guerra
civil en Siria, ya que, arguyó, el Kremlin decidió tras el estallido del
conflicto no suministrar armas de fuego y otros equipos que pudieran
ser utilizados en caso de confrontación civil.EFE
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