Añadió: "Estamos preocupados por las
posibles implicaciones de este proyecto de ley, muchas de las cuales han
sido subrayadas por numerosos políticos rusos, periodistas y
representantes de la sociedad civil".
La portavoz destacó que
la firma de este proyecto de ley por parte del presidente ruso, Vladímir
Putin, "sigue bajo consideración", y que su intención es la de "hacer
más consultas y escuchar a todas las voces antes de tomar una decisión
final".
"Como vecino y socio estratégico de Rusia, la UE cree
que el activismo cívico ofrece una valiosa oportunidad a los países para
que se comprometan en el diálogo con la sociedad civil, que conlleva
beneficios para ambas partes", indicó.
Así, señaló que "las regulaciones que disuaden el compromiso cívico no conducen a lograr ese objetivo".
Kocijancic afirmó que, "en cualquier caso, las autoridades rusas han
anunciado algunas reformas prometedoras, y ese proceso debería llevarse
más lejos". "Seguimos observando de cerca la situación", concluyó.
El Consejo de la Federación (Senado) de Rusia ratificó ayer esta
polémica ley, que fue respaldada casi por unanimidad en la Cámara alta
del Parlamento ruso.
En concreto, establece multas de 300.000
rublos (casi 10.000 dólares) para las personas que infrinjan las normas,
aunque ofrece como alternativa el cumplimiento de 200 horas de trabajo
social.
Para la oposición, esa normativa tiene como objetivo
acallar a la sociedad rusa, que desde el pasado diciembre protagoniza
las mayores protestas contra el Gobierno desde la caída de la Unión
Soviética. EFE
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