El presidente ruso quiere asegurarse la
participación del país vecino en la Unión Aduanera con Rusia y
Kazajistán que entrará pronto en vigor.
Además, defenderá los
intereses rusos en la compra de los activos estatales que Minsk ha
puesto a la venta para superar sus graves problemas financieros.
El 1 de junio Putin abandonará Bielorrusia con destino a Alemania
-uno de los principales socios comerciales de Rusia-, adonde se
desplazará en una breve visita de trabajo a invitación de la canciller
germana, Angela Merkel.
Ese mismo día efectuará una visita
relámpago a Francia para reunirse por vez primera con el jefe de Estado
francés, François Hollande.
El mandatario ruso mantuvo siempre
unas estrechas relaciones con el anterior presidente francés, Nicolas
Sarkozy, con quien alcanzó un acuerdo para la compra y construcción de
cuatro portahelicópteros y la participación de París en proyectos
energéticos con Rusia.
Putin regresará después a Moscú y días
después hará de nuevo las maletas para viajar a Kazajistán y China, dos
países clave en la política exterior del Kremlin.
La decisión
del presidente de no viajar a Estados Unidos para participar en la
reciente cumbre del G8 fue interpretada como un claro mensaje sobre las
prioridades de la política exterior de Putin para sus próximos seis
años de mandato presidencial.
Putin, quien ha sido muy crítico
con la política intervencionista occidental, especialmente tras el
derrocamiento del dictador libio, Muamar el Gadafi, tiene previsto
reunirse con el presidente norteamericano, Barack Obama, durante la
cumbre del G20 que se celebrará en México los días 18 y 19 de junio.EFE
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