Echávarri insistió en que no tiene
"ninguna duda" de que Rusia tiene un nivel de exigencia en cuestiones de
seguridad al nivel de los estándares de los otros miembros, aunque
puntualizó que la seguridad en el terreno nuclear es un trabajo continuo
que no se gana de una vez para siempre.
"La seguridad es 24
horas al día y 365 días de trabajo al año", señaló antes de anunciar que
la integración de Rusia significa que ahora la colaboración, existente
desde hace una veintena de años, se va a intensificar.
Para
dar cuenta de esa colaboración se refirió al hecho de que, tras el
accidente nuclear en la central japonesa de Fukushima y el lanzamiento
en la Unión Europea de "pruebas de estrés" en sus reactores nucleares,
Rusia adoptó esos criterios para llevar a cabo los test y ha comunicado
sus resultados a sus socios en la AEN.
El viceministro ruso de
Asuntos Exteriores, Andréi Denísov, aseguró que la entrada en la AEN es
"un paso serio" que se ha preparado durante años de colaboración y
subrayó que para su país la seguridad de las instalaciones atómicas "es
un punto fundamental".
El director general adjunto de la
agencia estatal rusa de la energía nuclear Rosatom, Nikolái Spasski,
afirmó que con esta adhesión no se buscan "ventajas unilaterales",
aunque admitió que "ser miembros de pleno derecho beneficiará" la
proyección comercial de la industria atómica rusa.
Spasski también puso el acento en que entrar en la agencia permitirá el acceso a su base de datos, que es única.
Los 33 reactores nucleares rusos producen en torno al 18 % de la electricidad del país.
Hay otros once en construcción y el país tiene planes para doblar su capacidad de producción en el horizonte de 2020. EFE
ac/acm
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