Consecuencias económicas de una catástrofe aérea

Fuente: RIA Novosti / Alexéi Kudenko

Fuente: RIA Novosti / Alexéi Kudenko

El accidente del avión supersónico Sujói 100 en Indonesia la semana pasada podría afectar al negocio de la aviación rusa y a algunos contratos ya firmados. Aunque diversos expertos que no creen que la situación vaya a tener consecuencias relevantes, teniendo en cuenta lo que ha ocurrido con otras empresas y que el avión rusa es muy competente en su categoría.

Una de las principales cuestiones que hoy se plantean a muchos expertos es: ¿cómo es posible que con la tecnología más moderna y dirigido por pilotos altamente cualificados, el avión no detectara la ladera de la montaña en el trayecto?

En el Sujói Superjet 100 están incorporados los últimos avances internacionales en lo que se refiere a sistemas de seguridad, entre los principales se encuentran el sistema de prevención de un peligro cercano en el aire, el TCAS (Traffic Collision Avoidance System) y sistema de alerta de proximidad al terreno peligroso o TAWS, (Terrain Awareness and Warning System).

"En los aviones modernos, nos referimos a los supersónicos, se instalan dispositivos de tercera y cuarta generación", dice el presidente de la Asociación Seguridad en Vuelo, Rafaíl Aptukov. "Son mucho más precisos, están mejor protegidos de posibles interferencias, registran combinaciones lógicas únicas, teniendo en cuenta todo tipo de situaciones anormales en vuelo. Todo calculado para que desde la advertencia hasta el momento de un serio acercamiento a un obstáculo, el piloto tenga tiempo suficiente para evitar una colisión".

“Lo que me alerta es el hecho- dijo Rafaíl Aptukov - de que en el área de Yakarta, en los últimos 10 años haya habido siete accidentes".

Ninguna de las versiones mencionadas por los expertos es oficial. Esta aparecerá solo después de la finalización de la investigación que llevarán a cabo las autoridades indonesias competentes y el Ministerio de Industria y Comercio de Rusia, con el apoyo del Ministerio de Relaciones Exteriores, de investigadores de la Comisión de Investigación de la Federación de Rusia, y de expertos del Comité Internacional de Aviación ruso (MAK).

Al parecer, la investigación podría prolongarse indefinidamente. Los empleados de los servicios de búsqueda en Indonesia declararon inmediatamente que el acceso al lugar de la caída de la nave es muy difícil debido a la naturaleza del terreno. Todo esto significa, como dijo a Itogui una fuente del MAK, que recoger los restos de los pequeños detalles de la nave será una tarea muy complicada, y sin ellos no es posible rehacer la imagen completa de la tragedia. En el mejor de los casos, según los expertos, habrá que esperar varios meses para la conclusión oficial, y en el peor, es posible que no se consiga en absoluto.  

Las leyes del negocio
 
El mercado de los aviones de media distancia es uno de los más competitivos.  ¿Qué consecuencias económicas se pueden esperar? ¿Y cómo puede aprovecharse de la situación la competencia?


La investigación de la catástrofe apenas ha comenzado y la compañía indonesia Kartika Airlines, especializada en vuelos nacionales, ya ha dicho que podrá aplazar la ejecución de un pedido de 30 aviones de la marca Sujói por un período indefinido. Fue precisamente esta empresa la que firmó un contrato por valor de cerca de 951 millones de dólares en julio de 2010, convirtiéndose en la primera empresa en el sudeste de Asia, que encargaba los nuevos aviones SSJ-100. La primera entrega de aviones está prevista para septiembre de este año.


Aparte de Kartika Airlines, la indonesia Sky Aviation también había llegado a un acuerdo para comprar 12 Sujói Superjet 100. La entrega de estas naves estaba planeada para 2012-2015 y la suma de la transacción ascendía a 380 millones de dólares. La reacción de Sky Aviation aún no se conoce, sin embargo los expertos suponen que será exactamente la misma que la de los representantes de Kartika Airlines. De acuerdo con algunas fuentes, a día de hoy hay cuatro contratos en firme (acuerdos con el pago por adelantado) para suministrar 168 aviones a las compañías rusas y extranjeras. Además, existe un acuerdo preliminar y de intención de compra de 130 aviones con compañías aéreas de España, EE UU y Tailandia. ¿Cambiarán los clientes de opinión? Los expertos encuestados por Itogui se muestran bastante escépticos ante el hecho de que alguno de ellos dé marcha atrás.


"Uno no puede dejar de prestar atención a la lista de inmediatas  posibles causas de la catástrofe, entre las que se mencionaron fallos en el motor, en los sistemas de control de navegación, pero no se dijo una palabra sobre el error del piloto o de los controladores aéreos. Es decir, un impacto directo en las conversaciones posteriores sobre descuentos y otros acuerdos de parte del proveedor. Esta es una situación habitual de este mercado, especialmente en Asia, un recurso de apelación ante cualquier descuido del socio de negocios en su favor ".

"En los proyectos de negocios de larga duración, estos incidentes tienen poca influencia, declaró Borís Bichkov, director general de la filial de la compañía rusa Airclaims de la empresa que presta servicios para la solución de las reclamaciones de seguros, consultoría e información en el mundo de la aviación. La catástrofe  no se convirtió en un factor decisivo para que de inmediato, todos renunciaran a los contratos firmados. Un accidente durante un vuelo de prueba no es una razón para enterrar la aeronave. Sin embargo, puede afectar a la opinión pública, sobre todo si la empresa ha recibido el apoyo del gobierno. Entonces pueden intervenir factores políticos. Pero no excluyo la posibilidad de que los clientes demanden un descuento".

Es poco probable que se dé la cancelación de los contratos porque hoy en día, en el mundo del mercado de la aviación, el consorcio de aviones Sujói es muy competitivo, especialmente en aviones de mediano alcance para vuelos nacionales. No es casual que el secretario general de Indonesian National Air Carrier Association, Tengku Burhanuddin, declarara que el desastre no afectaría a la demanda de este avión: "Necesitamos tales aeronaves para conectar una ciudad a otra”.


Los competidores del Sujói  en este mercado son bien conocidos: el brasileño Embraer de la serie E-Jet (con un precio de 28,5-40 millones de dólares), el canadiense Bombardier CSeries (58,28-66,57 millones de dólares), el chino ARJ21  (precio no revelado), el ruso An-148 (24-25 millones), el. Tu-334 y el japonés Mitsubishi Regional Jet.


Mientras que el supersónico Sujói 100 se vende a una media de 35,4-36,2 millones de dólares.


Según los expertos hay una ventaja obvia: "Fue el primero en volar y ya se explota comercialmente”,  dijo Borís Bychkov. “Hasta donde yo sé hay muy pocos encargos del modelo chino, y el Bombardier o Mitsubishi, todavía no vuelan. Solo están empezando a fabricar el avión, y tiene por delante un largo recorrido, para unos cuantos años de programa de pruebas ".

Además, las características técnicas de vuelo también hablan a favor del Sujói. El avión, aunque pequeño, es de largo alcance. Incluso se queda un poco atrás con respecto  a  la clase regional, porque la capacidad de pasajeros es de hasta 100 personas y la duración del vuelo 4.500 kilómetros. Precisamente por eso, Aviones Civiles Sujói, S.L. espera una mayor demanda en el sudeste asiático. Entre las islas de Oceanía, la distancia es considerable, es decir, el Superjet ruso sería el mejor para las líneas aéreas locales.

La apuesta está echada

La catástrofe causó un impacto en la imagen de la marca, pero como destacan los especialistas, por la experiencia internacional ya han ocurrido casos análogos y los fabricantes consiguieron salir de ellos con honor.

“La empresa Aviones Civiles Sujói hará todo lo posible para garantizar la entrega prevista de la aeronave. La marca es bien conocida y no sólo por su producción civil sino también militar",  dice Olga Kayukova, jefe del servicio de prensa de United Aircraft Corporation, S.A.  "Tiene más de setenta años de reputación. En lo que respecta a la marca civil, Sujói Superjet-100 tiene perspectivas y puede conquistar una posición más fuerte en el mercado”.

Sin embargo, algunos expertos ven en la catástrofe de Indonesia señales de alerta: "En la última década apostamos solo por un avión, y ahora las esperanzas de desarrollo de la industria están relacionadas con Superjet”, declaró dijo Ruslán Gusárov. "Hemos puesto todos los huevos en una cesta y como resultado  puede que no consigamos nada. Con esta política se establecen  enormes riesgos para el desarrollo de toda la aviación civil rusa".

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