Rusia seguirá exigiendo que Estados Unidos dé
sólidas garantías jurídicas de que su escudo antimisiles no apuntará a
las fuerzas nucleares de Rusia, según un decreto firmado hoy por el
recién investido presidente ruso, Vladímir Putin.
El jefe de
Estado ruso así lo ordenó en su decreto "Sobre las medidas a realizar en
la política exterior de la Federación de Rusia".
Putin
también ordenó al Ministerio de Asuntos Exteriores que garantice el
cumplimiento del tratado de reducción nuclear START III, firmado entre
Washington y Moscú en abril de 2010 y que impone que ambas naciones en
un plazo de siete años reduzcan sus ojivas atómicas desplegadas hasta un
máximo de 1.550.
"Las negociaciones sobre las consiguientes
reducciones de armamento estratégico ofensivo solo son posibles si se
tienen en cuenta todos los factores sin excepción que afectan a la
estabilidad global nuclear", recalca el decreto.
La OTAN,
mientras tanto, renovó hoy su oferta a Rusia para continuar y expandir
la cooperación bilateral, especialmente en la defensa antimisiles.
"Nuestro sistema (antimisiles) no está diseñado ni dirigido contra
Rusia", reiteró en rueda de prensa en Bruselas la portavoz de la OTAN,
Oana Lungescu.
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