El candidato a la alcaldía de Ástrajan, Oleg Shein, dio por terminada la acción de protesta contra los resultados de las elecciones municipales anunciando que había conseguido lo que esperaba y que a partir de ahora va a luchar a través de los tribun
La huelga de hambre de la oposición rusa terminó con éxito. El candidato a la alcaldía de Ástrajan, Oleg Shein, dio por terminada la acción de protesta contra los resultados de las elecciones municipales anunciando que había conseguido lo que esperaba y que a partir de ahora va a luchar a través de los tribunales. De esta forma se terminó una epopeya de casi dos meses, que provocó la celebración de mítines de miles de personas, un nuevo aumento de la actividad de la oposición y arrestos de activistas. Durante el tiempo que duró la huelga de hambre, pasaron por Ástrajan casi todas las caras conocidas del movimiento de protesta ruso.
Oleg Shein, candidato a la alcaldía por el partido Rusia Justa, empezó la huelga de hambre inmediatamente después de las elecciones celebradas a principios de marzo junto con sus partidarios. El candidato de Rusia Unida, Mijaíl Stoliaróv, obtuvo el 60% de los votos, frente al 30% que recibió Shein. Este asegura que la votación no fue ni limpia ni honesta y que las elecciones habían sido falsificadas. En primer lugar, Shein insiste en que los resultados oficiales distan mucho de los datos de las encuestas a pie de urna, según los cuales Stoliarov habría perdido.
Los activistas aseguran que durante la votación se llevaron a cabo numerosas infracciones. Por ejemplo, denunciaron que en varios colegios electorales las papeletas a favor de Shein estaban en las pilas de su rival. La principal exigencia de los miembros de la oposición era que les dieran las grabaciones de las más de cien videocámaras instaladas en los colegios electorales. Poco después de que se iniciara la huelga de hambre, una comisión especial de la Duma Estatal se dirigió a Ástrajan para investigar el material disponible (protocolos y videograbaciones) y concluyó que si se confirmaban los datos presentados por Shein habría que repetir los comicios a la alcaldía.
Paralelamente, la Comisión Electoral Central inició su propia investigación. Tras analizar los materiales, su presidente, Vladímir Chúrov, invitó a Shein a Moscú para visionar conjuntamente decenas de horas de grabaciones. Los bloggueros calificaron el encuentro como “la noche de los devoradores de elecciones”. Vieron el material junto con el líder de Rusia Justa, Serguéi Mirónov. Tras esa “noche a tres”, el jefe de la Comisión Electoral reconoció que se habían cometido infracciones en 130 de los 200 colegios electorales, aunque también señaló que no se descubrieron casos de falsificación, es decir, todas las irregularidades “fueron exclusivamente de procedimiento”. De todas formas Shein quedó satisfecho con el resultado y ahora tiene intención de presentar los materiales a los tribunales. Sin embargo, la cuestión no está relacionada solamente con la revisión de los resultados de la votación o de la dimisión de los funcionarios de Ástrajan.
La huelga de hambre tuvo repercusión en todo el país. Los participantes en el movimiento “A favor de unas elecciones honestas” y en los mítines de invierno vieron en esta protesta la continuación de la lucha por los ideales democráticos. Sin contar los mítines del 4 y 5 de marzo, la huelga de hambre de Ástrajan ha sido el único gran acto de protesta tras las elecciones. Numerosos organizadores de las manifestaciones de invierno estuvieron en Ástrajan: Alexéi Navalni, Iliá Yashin, Xenia Sobchak y otros. Los activistas se colocaron cerca de la administración municipal sentados en colchones hinchables y tuvieron varios enfrentamientos con la policía, que intentaba sacarlos de allí. A principios de abril en la ciudad hubo un mitin al que, según los organizadores, asistieron cerca de tres mil personas.
También hubo algunas acciones de protesta contra Shein y su equipo. El movimiento progubernamental, “Nashi” (Los nuestros), organizó “una huelga de hambre en contra de la falsificación de la huelga de hambre”. Los activistas del movimiento aseguran, y con ellos están de acuerdo muchos médicos, que Shein en realidad no hizo huelga de hambre. O por lo menos, no se trató de una huelga de hambre total. En primer lugar, insisten que una persona no puede renunciar a la comida durante más de un mes sin que su vida se vea amenazada.
No se trata de la primera vez que Shein y sus seguidores muestran su desacuerdo con los resultados de las elecciones municipales. En 2009 también pidieron que se revisaran los resultados electorales. En aquella ocasión las protestas fueron masivas y el presidente ordenó que se realizaran nuevos comicios.
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