En estos momentos, el Zenit es líder con 80 puntos, doce más que el Spartak de Valeri Karpin y catorce más que el Dinamo y el CSKA Moscú, al que derrotó la pasado jornada por 2-0.
El equipo de la antigua capital imperial confía en la mejoría mostrada en los últimos partidos por Andréi Arshavin, que apenas había dado muestras de su calidad desde que llegó del Arsenal en calidad de cedido.
Enfrente tendrá al Kubán, equipo entrenado por el rumano Petrescu y que es octavo y último clasificado del grupo de ocho equipos que luchan por el título en la segunda fase de la liga rusa.
Para que el Zenit se alce con el título, el Spartak tendría que dejarse algún punto en el partido que disputará en casa ante el Anzhí de Guus Hiddink, Eto'o y Roberto Carlos.
El Spartak también se juega mucho, ya que la segunda plaza permite disputar la Liga de Campeones sin tener que jugar la fase previa, objetivo prioritario para los discípulos de Karpin.
Contra todos los pronósticos, el equipo financiado por la corporación gasística Gazprom (Zenit) no ha notado la importante ausencia de su mejor jugador, el portugués Danny, que se lesionó gravemente durante la pretemporada invernal.
Mientras, el su perseguidor durante casi la totalidad del campeonato, el CSKA, se ha venido abajo desde el traspaso del veterano delantero brasileño Vágner Love.
El Zenit logró su primer título de liga en 2007, cuando su entrenador era el actual seleccionador ruso, el holandés Dick Advocaat. EFE
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