Rusia celebra el año Gabriel García Márquez

Gabriel García Márquez ha recibido multitud de galardones y homenajes en varios países. Fuente: Flickr

Gabriel García Márquez ha recibido multitud de galardones y homenajes en varios países. Fuente: Flickr

2012 es el año de García Márquez en Rusia y el 85 aniversario del escritor, y para celebrarlo el metro de Moscú dispondrá de siete vagones de metro con dibujos que evocan la obra del genial artista. Además, habrá numerosos eventos que recuerden a Gabo, como conciertos y exposiciones de fotografía. Al mismo tiempo, se acaba de traducir al ruso “Vivir para contarla” y Rusia Hoy ha entrevistado al traductor, Serguéi Márkov.

El 2012 es el año de Gabriel García Márquez en Rusia, uno de los países que él tanto ha querido y que lo ha querido tanto a él. Este año hay múltiples homenajes: por su 85 cumpleaños, el 45º aniversario de la primera edición de su gran obra maestra, Cien años de soledad, el 30º aniversario del Nobel. También se cumplen 55 años de su primera visita a Moscú, capital de la entonces Unión Soviética y 10 años de la publicación de la primera parte de su novela autobiográfica.


El “Año de Gabriel García Márquez en Rusia”, coordinado por la Embajada de Colombia y con la ayuda de la Biblioteca de Literatura Extranjera, el Instituto de América Latina de Moscú, el Conservatorio Tchaikovski y el Metro de Moscú, entre otros, fue oficialmente inaugurado el pasado 28 de marzo en el Instituto Cervantes de Moscú. El programa presentado por el embajador colombiano Rafael Amador incluye ciclos de conferencias, exposiciones fotográficas y conciertos. Pero sin duda los dos puntos centrales del homenaje son el lanzamiento de la traducción al ruso de sus memorias “Vivir para contarla” realizada por el escritor y periodista Serguéi Márkov, y los siete vagones del metro moscovita con poesía juvenil inédita, fragmentos de novelas y dibujos que evocan la obra del Nobel colombiano. Así, desde el 25 de abril los moscovitas tendrán la oportunidad de conocer o reencontrarse con uno de los más famosos autores latinoamericanos, creador de personajes mágicos, como Mauricio Babilonia y las mariposas amarillas que lo perseguían por donde fuera, y de Remedios la Bella que ascendió al cielo envuelta en sábanas.


En la presentación del programa en el Instituto Cervantes, el embajador colombiano recalcó que “no sólo se trata de celebrar el cumpleaños de García Márquez en una ciudad como Moscú, que tiene un legendario pasado literario, sino que a través de su obra se renueva el interés hacia la lengua castellana y hacia la cultura de Colombia y América Latina”. La traductora y profesora de la prestigiosa Universidad MGIMO, Ala Sénkovich, recordó los viajes de Gabo a la Unión Soviética, el primero de los cuales, en 1957 dio como resultado su libro de crónica periodística “De viaje por los países socialistas”, donde descubre este mundo totalmente diferente desconocido tras la “cortina de hierro”. Con ese tono “mamagallista” (burlón) con el que describe la realidad, Gabo explica al principio de las crónicas que “la cortina de hierro no es una cortina y tampoco es de hierro”. Así dio inicio a su viaje al otro lado del planeta, que aún sin su presencia física continúa hoy por los diferentes rincones de Moscú. En la Unión Soviética tuvo encuentros con escritores, poetas y dramaturgos, que quedaron en el recuerdo de quienes tuvieron la fortuna de conocerlo, y en las fotografías expuestas actualmente en el Instituto Cervantes. Sus viajes por Moscú continúan ahora por el célebre metro moscovita, viajes que no cesarán nunca en los corazones de los amantes de la literatura, en cualquier época, en cualquier lugar.

Presentación en el Cervantes de la traducción de Serguéi Márkov. Fuente: Dmitri Zaika

La editorial rusa AIST ha comprado los derechos de autor de toda la obra de García Márquez que, por primera vez, será publicada legalmente en Rusia. Rusia Hoy ha entrevista a Serguéi Maŕkov, el traductor de la primera parte de la autobiografía de Gabo.


¿Cómo fue su primer encuentro con la obra de García Márquez?

Después de la publicación de Cien años de soledad en Rusia recuerdo que un día salí de casa y conté 66 personas leyendo la novela. Fue una muy buena traducción. Se puede decir que la escuela clásica soviética produjo las mejores traducciones de la obra de los autores latinoamericanos hasta hoy en día. Desde de leerlo por primera vez me gustó mucho. Además no es verdad que Colombia y Rusia sean países distantes, por el contrario la historia de los lazos entre ambos países suma más de dos siglos. Por ejemplo, Francisco Miranda visitó varias veces Rusia, y se dice que fue uno de los amantes de Catalina la Grande. Le dio diez mil rublos para apoyar la guerra de independencia, que en esa época era una gran cantidad de dinero. Incluso nuestras banderas son parecidas...


¿Cómo conoció personalmente a Gracía Márquez?

En el año 80, cuando estudiaba en Cuba tuve la oportunidad de encontrarme con varios novelistas latinoamericanos: Cortázar, Benedetti, García Márquez. El recuerdo del encuentro con Gabo es especialmente vívido. Yo mismo me acerqué y le pedí una entrevista. Él me pregunto de dónde era, y, al contestarle que de Moscú, me dijo que las mujeres más hermosas del mundo eran las rusas. Me contó que había estado en Rusia varias veces en visitas no oficiales. Pero la verdad es que todo el tiempo se negó a hablar de su obra. “Para qué hablar de literatura, si cuando miras a tu alrededor, ¡hay mujeres hermosas por todas partes!”. En ese momento ese celebraba el Festival de Cine Latinoamericano, y las mujeres más hermosas del continente, modelos y actrices, estaban tras él todo el tiempo. Después me invitó a ir juntos a México al día siguiente, para darme la entrevista. Yo no era más que un estudiante de la Unión Soviética y no tenía ninguna posibilidad de salir de Cuba.
 

¿Y fue entonces que le empezó a rondar la idea de traducirlo al ruso?

Se puede decir que la traducción de “Vivir para contarla” fue una casualidad. Estaba escribiendo su biografía y salió la propuesta de hacer traducciones al ruso legalmente por primera vez en todas estas décadas. Decidí escribir la biografía de Gabo porque en Rusia no había ninguna. Hay una versión más completa de la biografía que va a salir en unos días. Pero la primera, “Pecadoras y Dictadores”, que ya salió recientemente es mucho más narrativa.


¿Y qué nuevos proyectos de traducción tiene ahora?

Traduje también “La Hojarasca” y “La Mala Hora” que va a salir dentro de un mes.
 

¿Qué complicaciones presenta la traducción de Gabo al ruso?

Para hacer la traducción tuve que hacer consultas a varios traductores profesionales, porque hay muchas frases y palabras que pertenecen al argot colombiano. Por eso no traduje textualmente algunas partes. Creo que Gabo estaría satisfecho con esta traducción.


Cuénteme algo más sobre “Pecadoras y Dictadores”

El título pretendió ser como alguno de Márquez, que siempre despierta interés, incluso llega a ser escandaloso. Eso lo sentí en carne propia cuando, al dar entrevistas a diferentes medios por la celebración de sus 85 años el pasado 6 de marzo, dije que mi libro se llamaba así como una metáfora de Rusia y América Latina. Resulta que tanto Rusia como Cuba, Venezuela, Colombia, Argentina, son países con nombres femeninos. Yo tomé las palabras del poeta cubano Nicolás Guillén que decía que son como mujeres, hermosas pero volátiles, a la espera de la llegada de un “macho” que las domine y cuide de ellas. Esa es una imagen de Guillén que se puede aplicar a la Unión Soviética con Stalin, Cuba con Batista, etcétera. Esta afirmación despertó controversia entre algunos diplomáticos latinoamericanos en Moscú, pero no hay que descontextualizarla, porque es una metáfora. Por lo demás, hubo algunos problemas para escribirla, porque en las entrevistas siempre habla de formas diferentes sobre su vida. Márquez recrea el mundo y su propia vida. Creo que hay muy pocos autores que como él basen su obra en su propia autobiografía.


Entre un traductor y el autor debe haber una especie de “relación mística” que le permita al primero sentir y reproducir lo que dice el segundo. ¿Qué tienen en común García Márquez y usted?

Las mujeres han jugado un papel decisivo en ambos. Fue una antigua novia la que me lo presentó, por ejemplo. Gracias a ella pude entrar en el círculo artístico cubano y latinoamericano de la época. Para Márquez, las mujeres han jugado un papel central, tanto en su vida como en su obra. Si tomamos su vida, él mismo cuenta que pasó sus días más felices  en los prostíbulos, donde podía conseguir una habitación más barata, le lavaban la ropa e incluso le transcribían los cuentos. De cierta forma él también fue su confesor. “Aunque Mercedes dice que soy un hijo de ...”, dice Gabo. En casi todas sus obras, por ejemplo, Cien años de Soledad el mundo se sostiene gracias a las mujeres.


¿Qué es lo que más admira en Márquez?


Gracias a él conocí la prosa latinoamericana, y a través de él a la misma Latinoamérica. Gabo es el último escritor épico. Incluso Rusia, que antes era un país de grandes novelistas, se ha convertido ahora en un país de telenovelas. Lo que más admiro de él es que es capaz de escribir sobre cualquier tema sin convertirlo en perversión. Incluso en los temas más picantes siempre es estético. Sus prostitutas, por ejemplo, son sumamente morales, están idealizadas. Creo que en este sentido hay mucho en común con la Biblia, en donde los únicos personajes positivos, aparte de Jesús, son las prostitutas.


El director del Instituto Servantes de Moscú Jose María de Sagara abre la conferencia al homenaje a Gabriel García Márquez. Intevienen el embajador de Colombia en Rusia Rafael Francisco Amador Campos y la profesora y traductora Alla Zenkóvich. Presentan el programa de actividades del “Año Gabriel García Márquez en Rusia 2012”.

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