La conexión soviética de un intelectual peruano

Fuente: Archivo de José Carlos Mariátegui.

Fuente: Archivo de José Carlos Mariátegui.

José Carlos Mariátegui, el Amauta, fue un intelectual peruano, fundador del Partido Socialista Peruano, que estaba muy interesado en la cultura y la literatura rusas, que llegó a conocer a Maxim Gorki

Las relaciones diplomáticas entre Rusia y Perú se establecieron  el 1 de febrero de 1969, durante el gobierno militar de Juan Velasco Alvarado. Desde un inicio se cuestionaron las verdaderas motivaciones políticas que llevaron a estos países a firmar alianzas, debido a que el gobierno peruano se había declarado nacionalista de izquierda con fuerte corte anticomunista. Algunas hipótesis apuntaron que, por un lado la existencia de retóricas “antimperialistas” del castrense habrían constituido la fuente de acercamiento hacia políticas de cooperación militar con las autoridades soviéticas; y por el otro lado, que la conducta soviética respondía a una estrategia de reposicionamiento global, para lo cual utilizarían el “arma bélica” a fin de generar una relación de acercamiento hacia Perú. Se presume entonces que las relaciones entre ambos países se caracterizaron  por una política de asistencia militar (transferencia de armas) prioritariamente; y otra de carácter económico.


No obstante, no se puede decir que los vínculos  entre ambos países  se limitaran exclusivamente a estos dos aspectos, sino que surgieron también relaciones de índole académica e intelectual. Esto se vio reflejado en la proliferación de textos, dentro de la comunidad rusa, acerca de la emblemática figura intelectual peruana: José Carlos Mariátegui (1894-1930), quien fuera un admirador de Rusia, país que a su pesar, no tuvo la oportunidad de visitar durante su estancia por Europa.


El Amauta, como era conocido, particularmente en tierras peruanas, fue un escritor, periodista, autodidacta y político marxista. Fue el fundador del Partido Socialista Peruano y de la Confederación General de Trabajadores del Perú. Intelectual perseverante y perspicaz, destacó por su obra los “7 Ensayos de Interpretación de la Realidad Peruana”, que  fue traducida, entre otros idiomas, al ruso.


Los temas rusos de Mariátegui


La producción intelectual que dedicó Mariátegui a la temática rusa fue profusa: desde análisis sobre los personajes y hechos de la Revolución de Octubre, hasta comentarios sobre el arte y la cultura soviética.  Estaba completamente convencido de que las realidades sociales también pueden ser abordadas desde de la cultura, en particular desde el mundo de la creación literaria y de la ficción. Es por tal motivo que mostró un gran interés por la difusión de la nueva literatura rusa de ese tiempo: Alexánder Blok, Andréi Bieli o Valeri Briúsov (considerados como los grandes representantes del simbolismo ruso que se adhieren a los soviets y pertenecen al ciclo de la literatura rusa de la revolución); tanto en el Perú  como en Latinoamérica, sea en cuestiones de traducción a la lengua española como de una crítica acertada de la misma.


Asimismo, en su viaje por Europa de 1922, tuvo la oportunidad de reunirse con Maxim Gorki, el escritor identificado con el movimiento revolucionario soviético, en el sanatorio de Saarow Ost (cerca a Berlín) donde este estaba recluido. En la entrevista la literatura y la política  fueron los asuntos centrales.  Mariátegui a su retorno, escribiría sobre este encuentro lo siguiente:


“Maxim Gorki convalecía en Saarow Oat de las jornadas de la Revolución Rusa. Yo me preguntaba, mientras caminaba de la estación al Nuevo Sanatorio, cómo podía trabajar en este pueblo de convalecencia infantil -albo y lacteado- un rudo vagabundo de la estepa. Saarow Oat no es un pueblo sino un sanatorio. Un sanatorio encantado, con bosques, jardines, lagunas, chalets, tiendas, un café, gente sana y un ambiente sedante, esterilizado, higiénico. Las excitaciones están rigurosamente proscritas. El crepúsculo -espectáculo sentimental y voluptuoso- severamente prohibido. La población parece administrada por una nurse, la naturaleza tiene un delantal blanco y no ha proferido jamás una mala palabra .¿Qué podía escribir Gorki en esta aldea industrial, bacteriológicamente pura, de cuento de Navidad? Fue la primera cosa que le pregunté, después de estrechar su mano huraña. Gorki había escrito en Saarow Oat el relato de su infancia. Estaba contando a los hombres su historia. Quería contar la de otros hombres. Todos sus recuerdos eran matinales. La serie de sus grandes novelas realistas estaba interrumpida. Ahora acabo de leer “Los Artamonov”, siento que Gorki no podía volver a escribir así bajo los tilos y los pinos del Nuevo Sanatorio. Saarow Oat: en cada convalecencia me visitan tus imágenes”. (En “Signos y obras e Historia de la Crisis mundial” – Volumen recopilatorio de los apuntes, notas y conferencias dictadas en la Universidad Popular Manuel Gonzáles Prada, publicado en 1959).


Los  intelectuales rusos como Miroshevski, por su parte, encontraron similitudes entre las ideas  que marcaron la liberación  rusa (1861- 1865) -  la expresión de los intereses de los campesinos, abolir la autocracia zarista mediante la revolución campesina- y las expuestas por Mariátegui en “El problema de la Razas de América Latina”(presentado en el año 1929 en el marco de la 1ra Conferencia Comunista Latinoamericana, realizada en Buenos Aires). En ambos casos existía una creciente preocupación por la situación precaria, injusta y sometida de la clase campesina a los sistemas feudales y un declarado rechazo al capitalismo.


Durante los años siguientes a su muerte, acaecida en 1930, la obra de Mariátegui cobrará especial interés en los círculos intelectuales del país soviético, haciéndose objeto de diversas interpretaciones. La divulgación de los textos del peruano en la sociedad rusa, favorecido por las  relaciones diplomáticas que se establecieron entre estas naciones en el año 1969, permitió a su vez que se reprodujeran textos de los intelectuales soviéticos, quienes buscaron  rendir homenaje a Mariátegui con elogiosas referencias a su erudición y vastedad de temas,  pero siempre dentro del marco de los esquemas políticos del régimen soviético.

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