Fuente: cortesía de Diego Bosquet
NK: Diego, ¿cómo llegaron a usted los manuscritos de Abutcov?
DB: Cuando ponían en orden una casa abandonada, donde según los habitantes de San Pedro de Atuel antes de 1945 vivía en soledad un hombre ruso, entre los viejos papeles uno de los trabajadores encontró las partituras desconocidas. El material fue entregado al Museo de Historia Natural del municipio y su director me pidió que lo revisara. Cuando analicé los documentos comprendí la importancia del hallazgo, no sólo por que era un material del siglo pasado, sino porque pertenecía a un músico que era contemporáneo de Rajmáninov y Glazunov y quien, pese a vivir lejos de su patria continuaba la brillante tradición de la música rusa. De inmediato comenzamos los trabajos de investigación y catalogación del material descubierto.
NK: ¿Qué pudieron revelar acerca de la vida de Alejo Abutcov?
DB: Descubrimos que después de haber sido perseguido, encarcelado y condenado por su actividad anti-soviética, en el año 1923 emigró a la Argentina. Era amigo íntimo de León Tolstói y fiel seguidor de sus ideas filosóficas. Siendo indeseable para el régimen soviético, este determinó el aislamiento oficial en su propio país y la destrucción de sus obras. Por eso su figura y su música no trascendieron en Rusia. Incluso allí circulaba la información de que Abutcov había muerto en 1929, fecha totalmente errónea ya que murió en 1945.
Alejo Vladimir Abutcov (Alekséi Vladímirovich Abutkov) nació en la provincia de Sarátov, sur de Rusia, el 29 de febrero de 1872. Comienzó a estudiar piano a los siete años de edad. Posteriormente se trasladó a Moscú para estudiar en la Universidad Imperial de esa ciudad, de la que egresó como Profesor en Ciencias Naturales e Ingeniero Agrónomo. A principios de 1900 ingresó al Conservatorio de San Petersburgo. En marzo de 1923 se radicó en Argentina. Falleció en la ciudad de General Alvear el 25 de agosto de 1945. A cincuenta años de su muerte, el 18 de abril de 1996, es sobreseído por el gobierno ruso. En el año 2009 se impuso el nombre de Alejo Vladímir Abutcov a la plaza principal de la localidad de Carmensa, en San Pedro del Atuel.
Alejo Vladímir Abutcov fue uno de los pioneros de la educación musical formal en nuestra provincia. En el año 1928 decidió fundar el Conservatorio “Schubert” en la ciudad mendocina General Alvear. En esta institución Abutcov no solamente fue el único profesor (de composición, teoría y solfeo, piano, violín, guitarra, violonchelo, etc.), sino que trabajaba con el nivel de un conservatorio europeo. Anualmente organizaba conciertos con sus alumnos y era un gran impulsor de los festejos del Día de la Música. Por dicha institución pasaron casi 200 alumnos. Por no tener un meritorio sucesor, el Conservatorio lamentablemente dejó de existir después de la muerte de su creador.
NK: ¿Qué se pudo rescatar de la obra de Abutcov?
DB: Calculamos que hemos encontrado cerca del 10% de su producción musical la que, aparentemente, consiste en unas 400 obras. Pero tenemos esperanza de localizar algo más en algún archivo de Rusia. Cabe mencionar que Abutcov escribió también libros teóricos. Por ejemplo, el Manual para el estudio de contrapunto, canon y fuga, en cuatro tomos y el Manual de Armonía en castellano (inédito), entre otros textos para uso del Conservatorio “Schubert”.
NK: ¿Cuánto de la obra de Abutcov han podido interpetar?
DB: Encontramos materiales muy interesantes que nos muestran la calidad musical de su obra y sus composiciones nunca escuchadas. Con el Coro de Egresados "Martín Zapata" (UNCuyo) ya hemos interpretado la mayoría de sus obras corales. Sólo quedan algunas piezas instrumentales y un pequeño ciclo para canto y piano. En los años pasados se realizaron diferentes programas con sus obras sinfónicas, de cámara y corales, siempre acompañados por una exposición histórico-documental que ayudaba a contextualizar la música que se interpretaba.
NK: ¿Piensan grabar algo de las composiciones de Abutcov?
DB: Estamos trabajando en la edición de un CD con toda su música coral. El mejor homenaje que le podemos hacer a Abutcov es dar a conocer la totalidad de su obra. Es muy importante darle difusión a su obra y demostrar la relevancia que se merece el nombre de Alejo Vladimir Abutcov, no sólo para la vida cultural en Argentina, sino en todo el mundo musical.
NK: ¿Cuáles son sus próximos planes para el restablecimiento del nombre de Abutcov?
DB: Tenemos la idea de realizar un documental sobre él. Con la Comisión Artística de la Orquesta Filarmónica de Mendoza estamos considerando la posibilidad de un concierto conmemorativo de la invasión napoleónica de 1812, con un repertorio exclusivamente ruso, donde pensamos incluir la obra “Pamiat vechnaia vam, bratia“(Memoria eterna a ustedes, hermanos) compuesta por Abutcov en conmemoración de la batalla de Borodinó. Además, en marzo de este año estoy planeando participar en la Conferencia “Los archivos rusos en el extranjero” que organiza el Conservatorio Chaikovski de Moscú, donde me gustaría hablar acerca de nuestra investigación sobre Abutcov, ya que lo consideramos “nuestro” por vivir la mitad de su vida en la Argentina.
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