‘El Santo’, subcampeón intercontinental de fútbol sala en Moscú

Serguéi Rusanov/ RIA Novosti

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Además de un santo italiano de comienzos del siglo XX, Don Orione es el nombre de un modesto club de fútbol sala de la ciudad de Godoy Cruz, provincia de Mendoza, fundado en 1991. Tan modesto, que es amateur, como casi todo el fútbol sala argentino en realidad. Pero también a los modestos les corresponde una cuota de protagonismo de vez en cuando. Así, el Don Orione (apodado ‘El Santo’) fue a Rusia a comienzos de abril. Por méritos propios y carambolas en los despachos, dio con sus huesos en Moscú para jugar la serie final de la Copa Intercontinental de fútbol sala frente al poderoso Spartak. Se impuso la lógica y ganaron los rusos, un equipo profesional y físicamente superior, tras firmar dos victorias y un empate. Para cuando lean estas líneas, los jugadores del Don Orione habrán regresado a sus respectivos puestos de trabajos en Mendoza. Pero lo que ya no les quitará nadie es la satisfacción de narrar su aventura moscovita.

La final se disputaría en la otra punta del mundo, en Moscú y ante el Spartak, campeón europeo en 2011. Los humildes recursos económicos del club no alcanzaban para cubrir semejante gasto imprevisto. Muchos se hubiesen echado atrás, pero los jugadores del Don Orione doblaron la apuesta y decidieron pagar de su bolsillo el coste del viaje, que desde Mendoza hasta Moscú hizo escala en Buenos Aires y Roma, prolongándose durante más de 30 horas. Se trata de la primera ocasión en la historia que un equipo deportivo de Mendoza sale de América para disputar una competición internacional. En la previa de la final, además de practicar, el Don Orione fue recibido por el embajador de Argentina en Moscú  y realizó una visita guiada por el centro de la ciudad.


La final se disputó a tres partidos (el cuarto no fue necesario), entre el 3 y el 6 de abril en el pabellón Dinamo de la capital rusa. Alrededor de unos 500 aficionados moscovitas se dieron cita al evento. Conviene recordar que Rusia es una gran potencia mundial de fútbol sala, no solo a nivel de clubes, sino también su selección nacional, subcampeona de Europa el pasado febrero, tras perder en la prórroga la final con España.


Desde el primer minuto de la eliminatoria el cuadro local mostró  superioridad física y, sobre todo, mayor efectividad de cara al gol. Una solvencia que se tradujo en sendas victorias 3-1 y 4-1 en los dos primeros partidos.  “Los resultados de los dos primeros encuentros no reflejan lo difícil que fue jugar contra los argentinos. Sólo definimos al final”, explica a el capitán del Spartak, Andréi Gueorguievski. Don Orione necesitaba ganar el tercero para mantener sus opciones y alargar la serie.  El partido, jugado en ‘Jueves Santo’, se desarrolló bajo idéntico guión que los anteriores y los rusos dominaban ya 3-0 al descanso. En vez de bajar los brazos, Don Orione remontó volteó el marcador hasta un 3-3 final, incluyendo dos goles en los dos últimos minutos. Aunque el empate no sirvió para prolongar la serie, al menos endulza la derrota y la aventura. Marcelo Mescolatti, capitán de ‘El Santo’, declaró tras la final: “El fútbol sala en Argentina es un deporte completamente amateur, no recibimos apoyo de nadie. El viaje se lo tuvo que pagar cada jugador, pero igualmente la experiencia ha sido inolvidable y el torneo también”.

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