"Somos 16 personas. Tenemos cuatro tiendas de campaña y otra tienda para la agitación política. Tenemos agua", explicó a la agencia Interfax uno de los militantes del Partido Comunista de Rusia (PCR), Rafail Lukmánov.
"La OTAN no viene para nada, y las garantías de las autoridades de que el punto será sólo para el transporte son más que dudosas", según Lukmánov.
"Además, cualquier militar de otro Estado no estará bajo la jurisdicción rusa, por lo que nada se podrá hacer si comete alguna falta o delito. También preocupa la ecología, porque un enlace de transportes significará decenas de miles de despegues y aterrizajes prácticamente sobre la ciudad", lamentó el militante comunista.
El Ministerio ruso de Asuntos Exteriores y la OTAN negocian las condiciones para el establecimiento de una escala de transporte aéreo entre Afganistán y Europa Occidental en el aeropuerto internacional de Uliánovsk, que según Moscú no será en ningún caso una base militar de la Alianza ni estará gestionada por su personal.
La decisión está tomada por parte del Kremlin y ha provocado numerosas protestas por todo el país, sobre todo en la propia ciudad de Uliánovsk, donde las paredes de los edificios más cercanos al aeropuerto lucen enormes inscripciones contra la OTAN hechas con pintura negra.
Cientos de personas, banderas rojas en mano, salieron ayer a la céntrica plaza Púshkinskaya de Moscú, encabezados por el líder del PCR, Guennadi Ziugánov, para exigir al Gobierno que deje de cooperar con lo que consideran "un histórico enemigo" de los rusos. EFE
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