Metro de Moscú, un billete al siglo XXI

El metro de Moscú es el segundo en densidad de viajeros, sólo por detrás de Tokio. Fuente: Flickr/ Jaime Silva

El metro de Moscú es el segundo en densidad de viajeros, sólo por detrás de Tokio. Fuente: Flickr/ Jaime Silva

Las estadísticas lo sitúan en la actualidad como uno de los más importantes del mundo. Es el segundo en densidad de viajeros, sólo por detrás de Tokio, con 2.389 millones de desplazamientos al año y una media de 6,8 millones diarios. Da trabajo a cerca de 35.000 empleados, casi la mitad mujeres. También destaca por su accesibilidad: 65,4 kilómetros de escaleras mecánicas repartidas en 631 tramos, el segundo en esta clasificación, tras Madrid. Sin olvidar la competitividad en el precio. Billete sencillo: Berlín (3 dólares), Nueva York (2,44), Tokio (2,30), París (2,26), Madrid (1,99)… Moscú, 0,89 dólares. Pero las cifras clave son las 185 estaciones y 305 kilómetros de vía construida, pues redundan directamente en la cobertura del servicio.

Desde el año 2000, con el viento de popa de la bonanza económica, el ritmo de expansión del Metro de Moscú ha repuntado a velocidad de crucero. En estos 12 años se han inaugurado o reabierto 24 estaciones, que han añadido 41,7 nuevos kilómetros de vía. Uno de los hitos más sonados fue la reapertura en el año 2002 de la espectacular y emblemática estación de Vorobiovi Gori, situada en un céntrico puente sobre el río Moscova y cerrada por obras de reconstrucción desde 1983. Como curiosidad, además de la preciosa vista desde los ventanales, la estación cuenta con el andén más largo de toda la red de metro de la capital, con 282 metros de longitud.



En 2006 se inauguró un ramal de la línea cuatro, con dos estaciones, que dan servicio al Centro Internacional de Negocios, aunque la mayoría de las nuevas estaciones abiertas en la última década están orientadas a dar cobertura a barrios periféricos, especialmente en el sur de la ciudad. Por otra parte, 2009 vio el estreno de la estación de Miakinino, la primera construida a partir de la colaboración de capital público y privado. El consorcio inmobiliario Crocus financió la mayor parte de aquel proyecto (600 millones de rublos, unos 90 millones de pesos) para llevar el metropolitano y así revalorizar el barrio situado al noroeste de la capital, en el que viven alrededor de 130.000 personas y cuenta con un recinto ferial y un centro financiero.



No se puede escribir la historia reciente del Metro de Moscú sin mencionar los atentados de 2004 y 2010, cometidos por terroristas suicidas y que se cobraron un total de 78 víctimas mortales y 164 heridos. Además, los ataques dejaron graves daños en las céntricas estaciones de Park Kulturi, Lubianka y Paveletskaya, cuya reconstrucción se convirtió lógicamente en una de las prioridades de la red. Dos de esas estaciones ya funcionan de nuevo a pleno rendimiento y la tercera (Park Kulturi) lo hará en los próximos meses.



Por definición, y a diferencia del servicio convencional, el metro ligero suele transcurrir por la superficie en vez de por el subsuelo (haciendo más económica su construcción), tiene menor capacidad (frecuencia y número de vagones) y ofrece servicio a barrios del extrarradio, conectándolos con la red principal. En 2003 se inauguró la primera línea de metro ligero de Moscú, Butovskaya, al norte de la capital, con 6 estaciones. Pero no será la única…



De acuerdo con los planes anunciados, el Metro de Moscú sumará 4 nuevas estaciones de aquí a final de 2012. Además, en los próximos 4 años está prevista la apertura de 31 más. El plano del metro de la capital rusa es como la rueda de una bicicleta, con todas las líneas cruzándose entre sí como radiales, excepto una en forma circular, que las conecta a todas. Con el crecimiento de la ciudad (su población actual es de 11 millones de habitantes), esa línea circular original se ha quedado en cierto modo pequeña. Así, el proyecto futuro más ambicioso del metro moscovita es la construcción de una segunda línea circular a modo de anillo exterior, una posibilidad mencionada desde hace décadas pero de una viabilidad compleja. En lugar de ejecutarlo de forma conjunta, su desarrollo será progresivo, mediante la construcción de las llamadas ‘líneas cordiales’: tramos de longitud media de unas pocas paradas y que unen estaciones de distintas líneas en el extrarradio de la ciudad. La mayoría de estas líneas cordiales serán en formato metro ligero. Unas pocas están ya en funcionamiento, algunas en construcción y la mayoría aún en plano. Será una cuestión de tiempo e inversión, el sendero del suburbano moscovita desde su creación.

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