OMC: China versus Rusia

Foto de Maite Montroi.

Foto de Maite Montroi.

“Pocos imaginaban hace diez años que la economía china llegaría a integrarse en el comercio mundial del modo que lo ha hecho”, afirma el director del departamento de Economía y Empresa de Casa Asia, Amadeo Jensana. Una década después de la entrada de China en la Organización Mundial del Comercio (OCM), los aranceles en aquel país han bajado de mediana del 35% al 10%; hay empresas extranjeras en sectores donde antes no las había; su economía ha pasado de ser netamente exportadora a abastecer poco a poco el mercado interno. Además, “el impacto sobre el resto del mundo ha sido enorme”, concluye Jensana. ¿Podremos decir lo mismo de Rusia dentro de diez años?

La jornada “De la adhesión de Rusia a la experiencia de la China en la OMC”, celebrada en la Casa Asia de Barcelona, trató de arrojar luz sobre este asunto. El debate, organizado por el Ministerio de Economía, además de por Casa Asia, se centró sobre todo en la experiencia china y abordó con menos profundidad el caso de Rusia, la décima economía mundial, que será miembro de pleno derecho de la OMC el próximo verano, una vez que el gobierno ruso haya ratificado sus compromisos con la organización del comercio.

La capacidad productiva de la Federación Rusa es sin duda menor que la de China, aunque en el caso concreto de las empresas españolas, el mercado ruso es muy importante, según admitió Jensana, y los compromisos adquiridos por Rusia se consideran “bastante beneficiosos” para los intereses españoles, según la representante del Ministerio de Economía participante en este debate, Isabel Pastor.

La razón principal es la rebaja de los aranceles, que se situaría entre un 10 y un 7,8%. Algunos de los productos españoles más competitivos, como los del sector de la automoción o los agroalimentarios, podrían ver cómo esta barrera de protección se reduce a prácticamente la mitad. Además, Rusia se compromete a eliminar las subvenciones a las exportaciones de productos agrícolas.

En cuanto al precio de la energía, el gobierno ruso seguirá subvencionando el abastecimiento a los hogares de sus ciudadanos por motivos sociales, pero se plantea rebajar las ayudas al sector privado, en función de los resultados económicos. Hay que recordar que Rusia tiene un papel fundamental en el sector energético mundial y que la balanza comercial entre España y Rusia es negativa para la primera precisamente por la importación de este tipo de productos. España compra a Rusia un 15% del total del petróleo que consume.

Uno de los temas en que se encuentra una mayor divergencia entre Rusia y China son los derechos de propiedad intelectual. Si el gobierno ruso se ha comprometido a aplicar inmediatamente las medidas que exige la OMC en materia de marcas, patentes, indicaciones geográficas protegidas, etcétera, con China esta es una fuente constante de conflicto. Para que se hagan una idea, un 85% de las mercancías incautadas en las fronteras de la Unión Europea por incumplimiento de estos derechos son chinas: tabaco, ropa, juguetes, zapatos y hasta medicinas, con el riesgo para la salud que esto representa.

En el terreno de lo anecdótico, el también representante ministerial José Luis García-Tapia, explicó que la empresa Cola-Cao se encontró en 1996 con que había ocho empresas diferentes que falsificaban sus productos y una de ellas incluía polvo de ladrillo mezclado con el cacao. Ikea, Apple o Walt Disney también han sufrido esta costumbre ancestral china de la copia, con la que es muy difícil luchar. Por cierto, si alguna vez se encuentran en el gigante asiático y tienen la ocasión de degustar un Rioja, sepa que la marca es propiedad de una empresa china, ya que fue la primera en registrarla en este país.

Y volviendo a Rusia, las tres grandes ventajas de la entrada de Rusia en la OMC desde la perspectiva del Ministerio de Economía español son: la apertura del mercado ruso; poder contar con Rusia como socio comercial y que el marco de las relaciones comerciales entre los dos países siga las normas de la Organización Mundial del Comercio.

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