Un acuerdo sobre defensa antimisiles "implica
muchos asuntos complicados. Si podemos lograr que nuestros equipos
técnicos abran el camino, ojalá en 2013, habrá una base para lograr
progresos significativos en este y otro tipo de asuntos", declaró Obama.
Según apuntó, uno de sus objetivos es lograr una mayor reducción de
los arsenales nucleares y uno de los principales obstáculos son las
diferencias acerca de la defensa antimisiles.
"No es que esté
escondiendo nada", declaró el presidente estadounidense. "Gradualmente,
sistemáticamente, con el tiempo quiero ver que reducimos nuestras armas
nucleares".
Las declaraciones del presidente a la prensa que
le acompaña, durante la II Cumbre sobre Seguridad Nuclear que se
clausura hoy en Seúl, tienen lugar después de que los micrófonos
sorprendieran una conversación privada entre él y el presidente saliente
ruso, Dmitri Medvédev.
En esa conversación, Obama indicaba
que tendría "más flexibilidad" para tratar con Rusia sobre los
desacuerdos entre los dos países acerca de la defensa antimisiles tras
su reelección.
Por ello, pedía a Medvédev que transmitiera a
su sucesor, el ex presidente Vladimir Putin, que le diera "espacio"
hasta las elecciones de noviembre.
"Estas son mis últimas
elecciones. Después de las elecciones, tendré más flexibilidad", aseguró
el mandatario estadounidense, a lo que su homólogo ruso replicó que
entiendo. Le transmitiré esta información a Vladimir".
Esa
conversación ha desatado una tormenta política en Estados Unidos, donde
los aspirantes republicanos a la presidencia de EE.UU. han acusado a
Obama de preparar una política más blanda hacia Rusia en el futuro sin
informar a la población.
Por su parte, el presidente
estadounidense ha optado por tratar de restar importancia al suceso y
hoy bromeó con Medvédev mientras ambos esperaban el comienzo de la
sesión plenaria en la cumbre.
Con una sonrisa, Obama puso la
mano sobre el micrófono mientras intercambiaba unas breves frases con el
líder ruso en la sala de reuniones.
Rusia se opone a los
planes estadounidenses de desarrollar un escudo de defensa antimisiles
en Europa, anunciado originalmente por el presidente George W Bush y
modificado por la Administración Obama, al considerar que representa una
amenaza para Rusia.
EE.UU. ha rechazado esta posibilidad y
asegura que sus planes se dirigen a proteger Europa de un posible ataque
por parte de Estados hostiles.
En declaraciones a la prensa
sobre el intercambio, el consejero adjunto de Seguridad Nacional de la
Casa Blanca, Ben Rhodes, declaró que "dadas las diferencias entre EE.UU.
y Rusia en este tema, llevará tiempo y trabajo técnico antes de que
podamos intentar alcanzar un acuerdo". EFE
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