Doce inventos rusos

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Los inventores rusos han hecho una gran aportación al desarrollo del pensamiento científico y técnico en el mundo. Los inventos de muchos de ellos han transformado la realidad y han puesto a nuestra disposición logros tan diversos como los aviones, los ordenadores o la televisión. Hoy proponemos a nuestros lectores doce de ellos.

Helicóptero

Ígor Sikorski es otro de los inventores rusos cuyo potencial sólo se llegó a desarrollar completamente en el extranjero. En 1910 creó el prototipo de un aparato de alas con hélice que llegó a elevarse en el aire. En 1912 creó el primer hidroplano del mundo y luego los primeros aeroplanos de varios motores. Tras la revolución de 1917, se vio obligado a emigrar a Estados Unidos donde, con el dinero del compositor Serguéi Rajmáninov, creó su propia empresa, Sikorsky Aeroengineering Corp. El primer helicóptero experimental de Sikorski creado en Estados Unidos levantó el vuelo en septiembre de 1939 dirigido por su diseñador. Casi el 95% de los helicópteros de todo el planeta se construyen según el esquema de este helicóptero, considerado un clásico desde hace más de medio siglo. En 1942 Sikorski también creó un helicóptero biplaza.

 

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Televisión

Zvorikin fue otro ingeniero ruso cuyos inventos florecieron en EE UU. Es el autor del invento más importante del siglo XX, la televisión electrónica. Ya en 1923 presentó una solicitud de patente para la televisión en la oficina de patentes estadounidense. Seis años después, elaboró un tubo de vacío receptor de televisión, es decir, el kinescopio, y transcurridos dos años, finalizó la creación del tubo transmisor, el iconoscopio.

 

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El propulsor de oruga

En 1837, el capitán del ejército ruso Dmitri Zagriazhski elaboró los planos de un propulsor de oruga. Entonces se dirigió al Ministerio de Economía con el fin de que le expidieran una patente para un “carruaje con orugas mecánicas de eslabones planos”. La patente fue expedida, pero en aquel momento el invento no interesó a los industriales y pasados dos años la patente se anuló. Fue en 1877, cuando un campesino autodidacta ruso, Fiódor Blinov, llevó la idea de Zagriazhski hasta su culminación lógica creando un coche oruga. Este invento dio luz verde a la producción de tractores y, más tarde, de tanques.

 

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Coche de propulsión eléctrica

La aparición de coches de ferrocarril de propulsión eléctrica creó las condiciones adecuadas para una verdadera revolución en el transporte que aceleró el desarrollo de las ciudades y los centros industriales. Todo esto empezó en 1874-1876, después de que el ruso Fiódor Pirotski llevara a cabo una serie de experimentos de transmisión de corriente eléctrica a distancia, en los que un raíl servía de conductor directo y otro de conductor inverso. El motor eléctrico que se encontraba a un kilómetro de la fuente de corriente eléctrica, empezó a funcionar. Pasados unos años, el inventor realizó un experimento en una bifurcación del ferrocarril de Sestroretsk. En el coche iban 40 personas. La primera línea electrificada de tranvía en el mundo se inauguró en 1881, en uno de los suburbios de Berlín, en Alemania, según los planos del ingeniero ruso.

 

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Videograbadora

Un alumno del padre de la aviación rusa, Nikolái Zhukovski, el ingeniero ruso Alexánder Poniátov trabajó en los años 1950 en la empresa estadounidense Ampex, fundada por el propio Poniátov. La empresa llegó a resolver la tarea de grabar señales de vídeo. Durante medio siglo esta empresa mantuvo el liderazgo mundial en el ámbito de la grabación profesional magnética y de imagen, mientras que los gigantes internacionales tenían que utilizar las patentes de Poniátov para la producción de aparatos de vídeo de uso doméstico.

 

 

 

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Comunicación por radio

Fue en abril de 1885, durante su conferencia en la Universidad de San Petersburgo, cuando el profesor de física Alexánder Popov informó por primera vez sobre el sistema de comunicación sin cable que había inventado. Allí enseñó cómo funcionaba el primer receptor de radio del mundo. A la vez que Popov, el italiano Guillermo Marconi llevaba a cabo experimentos similares que fueron publicados en 1897. A diferencia del invento del ingeniero ruso, el de Marconi fue comercializado rápidamente. Por eso en Occidente siguen los debates respecto a quién fue el primero en inventar la radio.

 

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Célula fotoeléctrica

Gracias a los descubrimientos del físico ruso Alexánder Stolétov fue posible la aparición de la televisión. A finales de los años 80 del siglo XIX consiguió, a través de la realización de algunos experimentos, explicar el fundamento teórico del efecto fotoeléctrico. En base al efecto fotoeléctrico se crearon las células fotoeléctricas, las cuales tienen muchas aplicaciones prácticas hoy en día. Stolétov creó la primera célula fotovoltaica basada en el efecto fotoeléctrico y descubrió la dependencia de la corriente fotoeléctrica con la intensidad de la luz.

 

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Transformadores

Es imposible imaginarse la red eléctrica sin transformadores. Los transformadores fueron ideados, construidos e introducidos en la práctica por el electrotécnico ruso Yáblochkov y el físico Usaguin. La solución que pasó a la historia bajo el nombre de  “fraccionamiento de la luz”, ya había sido inventada por Yáblochkov a mediados de los años 1870. El electrotécnico enseñó su invento, que incluía el uso de un transformador y un condensador de corriente, en París y San Petersburgo, y ya en 1882, Lucien Gaulard y Josiah Willard Gibbson patentaron un transformador de núcleo abierto.

 

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Yogur

Aunque los lácteos fermentados existen desde el principio de los tiempos, Méchnikov formuló por primera vez una teoría sobre su influencia en la longevidad de las personas. Ya en 1910 propuso la idea de que para prolongar la propia vida, las personas deberían comer lácteos fermentados, los cuales reducen los procesos de putrefacción en el intestino. Méchnikov se dio cuenta de que Bulgaria, considerada la patria del yogur, era el país donde había más personas longevas había entre la población. Y es que fue en la antigua Tracia donde, por primera vez, se mezcló la leche con fermento.  

 

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Cracking del petróleo

Es imposible imaginarnos el mundo contemporáneo sin coches y, por lo tanto, sin gasolina. Pero resultaría imposible obtener estas enormes cantidades de combustible usado por los motores sin el cracking del petróleo, proceso que permite elaborar gasolina a partir de fracciones pesadas del petróleo (o de alto punto de ebullición). Gracias al cracking, a partir de petróleo se puede obtener hasta un 70% de gasolina, mientras que el proceso de destilación tradicional sólo permite obtener un 10-20%. El descubridor del cracking y creador del proyecto de la instalación industrial correspondiente fue el ingeniero ruso Vladímir Shújov en 1891.

 

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Caucho sintético

Otro elemento sin el cual es imposible imaginarse la economía actual es el caucho sintético. Su uso más difundido es el de las cubiertas para coches, aviones y bicicletas. También se requiere para la producción de juntas, elementos de aislamiento, aparatos médicos y en otros muchos ámbitos. Además, el caucho sintético se usa en la producción de combustible sólido para misiles. El primer caucho sintético relevante para la industria fue el caucho de polibutadieno, sintetizado según el método del químico ruso Serguéi Lébedev, el cual obtuvo por primera vez una muestra de caucho sintético en 1910. Su libro “Investigaciones en el ámbito de la polimerización de hidrocarburos dietilénicos”, publicado en 1913, sirvió más tarde de base científica para la síntesis industrial del caucho.

 

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Máquina para la recolección del grano

El inventor ruso Andréi Vlásenko dirigió una finca en la región de Tver. En 1868 inventó la primera máquina para la recolección de grano tipo cosechadora del mundo, la cual él mismo llamó “segadora trilladora”. Estaba hecha principalmente de madera y se propulsaba con tres caballos. Su productividad era 20 veces mayor que el trabajo manual desarrollado por los campesinos del siglo XIX. Dos máquinas construidas por Vlásenko, arrastradas por dos caballos y dirigidas por una persona, trabajaron durante mucho tiempo en las tierras de los terratenientes de la región de Tver. Sólo 10 años más tarde, en los periódicos de EE UU aparecían noticias sensacionales sobre el invento de una segadora trilladora, bautizada por los periodistas como “máquina combinada”. La primera máquina combinada estadounidense se parecía a la máquina de Vlásenko en cuanto al principio de su funcionamiento, pero era propulsada por 24 mulas y dirigida por siete trabajadores.

 

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