Foto de Itar Tass
Fiat vuelve a apuntar a Rusia. El grupo automovilístico con sede en Turín ha anunciado la firma de una carta de intenciones con Sberbank para la producción y distribución de automóviles y vehículos comerciales ligeros en el país. El banco ruso está interesado en financiar el proyecto y en adquirir además una participación del 20% del fondo de inversión combinado.
Actualmente, las partes están trabajando para concluir el acuerdo que llevará, en el 2013, al inicio de la producción del nuevo jeep y que en un segundo momento podrá ampliarse para incluir también otros modelos y motores. que serán fabricados y montados in situ. El acuerdo prevé una capacidad productiva de 120.000 vehículos, con una inversión máxima de 850 millones de euros.
Como ha confirmado el propio director ejecutivo de Fiat, Sergio Marchionne, esta estrategia tiene como objetivo reforzar la presencia del grupo en países emergentes como Rusia, un mercado en fuerte expansión, y que podría superar en breve el volumen de negocio de otros mercados, sobre todo del alemán. Esto incluye también Asia, donde Fiat está valorando la posibilidad de formar futuras alianzas con Suzuki y con Mazda. Probablemente la elección está influenciada también por las perspectivas negativas para el sector automovilístico europeo en el 2012, visto que, según los cálculos de Federauto, las matriculaciones en el mes de febrero de 2012 han experimentado un descenso del 35,3% respecto al mismo periodo del 2011.
De este acuerdo hemos hablado con Giuseppe Berta, veterano de la industria, economista en la “Università Commerciale Luigi Bocconi” de Milán y gran conocedor de la historia de Fiat, para tratar de entender mejor qué escenarios abre este acuerdo para el futuro de la empresa italiana.
¿Qué ha cambiado hoy en las decisiones de Fiat? Por ejemplo, hace varios años, la empresa decidió abandonar Rusia.
Hay que buscar la explicación en la inflexión del mercado europeo, que perdió más de 2,5 millones de coches de 2007 a 2011. Esto está empujando a Fiat a dirigirse a países emergentes, como Rusia, que son también los más prometedores para el mercado del automóvil. De hecho, el grupo de Turín ha perdido más de una oportunidad en otros BRIC, fracasando en todos sus intentos de conquistar un papel protagonista en los mercados emergentes, y ahora está tratando de acelerar en este terreno.
¿Qué consecuencias tiene este acuerdo para la organización del grupo Fiat-Chrysler?
Según los datos, la empresa americana, de la que Fiat es dueña en un 58,5%, podría participar en el proyecto como inversora y conceder la licencia para la fabricación de algunos de sus modelos. Este acuerdo, junto algunos otros, podría mejorar el problema de la presencia internacional del grupo italiano, contribuyendo también a consolidad la unión con Chrysler.
Después de dar este paso, ¿cuáles son, en su opinión, los futuros escenarios para el grupo italiano?
Seguramente Fiat intentará completar su presencia a nivel internacional, mediante la expansión en mercados diferentes. En este sentido, creo que es necesario reforzar la presencia en el mercado asiático, para llenar el vacío que Fiat tiene en Asia, a través de acuerdos con Mazda y Suzuki. Pero el relanzamiento del grupo incluirá, sin duda alguna, también la recuperación de su presencia en el mercado ruso, que promete un crecimiento significativo. Finalmente, Marchionne (director ejecutivo de Fiat) siempre ha declarado que no quiere renunciar a Europa, pero que es preciso racionalizar la capacidad productiva y recortar los cortes de desarrollo y producción
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