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Moscú es bastante diferente de tus destinos anteriores (Génova y Lisboa). ¿Qué es lo mejor y lo peor de la ciudad, del país?
Los españoles somos más expresivos. Cuando un ruso te habla no sabes si te está
dando una buena noticia o una mala, apenas cambian los rasgos faciales. El frío
lo conocí a partir de febrero, cuando regresamos a Moscú tras casi un mes de
concentración en Portugal. Se nota que en Rusia están mucho mejor preparados,
no se organiza ningún caos porque caigan cuatro copos de nieve. Estoy contento
y mi novia también, pero me ha sorprendido, no es como desde España nos
pensamos que pueden ser Moscú o Rusia. Intento ver lo positivo.
¿Cómo es un día en la vida de Zapater en Moscú?
Suelo ir al entrenamiento por la mañana y desayuno en la ciudad deportiva del
club. Después entrenamos y también comemos allí. Por la tarde intento
descansar. Me gusta ir al centro a pasear, aunque me gustaría descubrir más
cosas. Cuando llegué, pensé que sería imposible conocer Moscú. Te puedes
plantar en una esquina de la ciudad o en otra y todo es muy parecido, con
edificios idénticos. Pero ya no me perdería. Por cierto, siempre me muevo en
metro. Es lo más sencillo y rápido, pasan trenes con mucha frecuencia. A un
taxi, en cambio, sabes cuando te subes pero no cuando llegas, porque aquí los
atascos son terribles.
Cuando llegaste a Moscú, dijiste que una
de tus prioridades era ayudar a tu novia a encontrar trabajo. ¿Cómo lo lleva?
Es complicado, trabajar está descartado. Además del idioma, está el tema del
visado, que por ahora sólo le permite pasar en Rusia periodos de tres meses.
Aun así está contenta. Estudia una carrera a distancia y se junta con las
mujeres de mis compañeros, los extranjeros vivimos en el mismo edificio. En
realidad a mí también me ayuda mucho tener compañeros extranjeros que llevan
años aquí, como Gilherme, Maicon o Ilic, que me orientan en las cuestiones
básicas para sobrevivir en Moscú.
¿Cómo te defiendes con el idioma? ¿Estás estudiando?
El club nos puso clases particulares en casa a mi novia y a mí. Intento
aprender por educación, para demostrar que me quiero adaptar e integrar. Sin
embargo, con el paso de las semanas en la rutina de partidos jueves-domingo,
apenas tengo tiempo y sólo hemos podido dar unas pocas clases. Por ahora
conozco el ruso básico para ser educado, pero tener una conversación es muy complicado. Por otra parte, el club pone
a nuestra disposición un traductor, al que puedes llamar en cualquier momento
para que te eche una mano e incluso te acompañe adonde necesites.
¿Cómo es el ambiente del vestuario de un equipo profesional en Rusia comparado con uno español?
El ambiente en el vestuario es bueno, pero lógicamente hay costumbres
diferentes. Por ejemplo, aquí das la mano a todo el mundo cada día cuando
llegas a entrenar, mientras en España dices un ‘buenos días’ al aire y ya está.
Yo estoy acostumbrado a silbar en el campo, pero aquí no les gusta. Si les
silbas, se giran y te miran, al parecer trae mala suerte. La mayor diferencia
la noto cuando entrenamos en la ciudad deportiva del club. Las instalaciones
son magníficas, pero muy diferentes al resto de Europa. Cada jugador tiene una
habitación, no hay un vestuario al uso, donde te cambias junto al resto de
compañeros sentados alrededor esperando al entrenamiento.
¿Qué parte de culpa tiene Jose Couceiro de que hayas acabado jugando en el Lokomotiv?
Mucha. Lo conocí durante cuatro meses como segundo entrenador en Lisboa. Un día
me llamó, que si quería venir a Rusia, sabiendo lo que supone para un jugador y
su familia afincado en la Europa meridional venir a Moscú. Para mí fue
importante contar no sólo con el respaldo del entrenador, sino del club, que
demostró que apostaba por mí ofreciéndome un contrato a cinco años. Me lo pensé
durante tres días, hablé con mi novia, busqué información del club por
internet... Ojalá siga muchos años aquí porque estoy encantado.
Ahora que España atraviesa una importante crisis económica y algunos clubes pasan por dificultades, Rusia puede ser una alternativa para los futbolistas españoles. ¿Qué le dirías a un compatriota que tiene una oferta de un club ruso pero duda si aceptarla o no?
Le diría que adelante. Ahora mismo, en el mundo del fútbol es un lujo que te
paguen al día. Y más en España. Aquí en Rusia no hay ningún problema en ese
sentido, lo cual es una garantía para un
futbolista y para cualquier trabajador, porque uno nunca olvida cómo están las
cosas. En España ya no es si pagan más o menos, la cuestión es si pagan. Por
eso hay que ser cauto cuando se habla de que la mejor liga del mundo.
¿Cuál es el sitio del Lokomotiv en la Liga Rusa y en Europa?
Claro que me gustaría jugar la Champions con el Lokomtiv, pero no sirve ponerte
esa clase de objetivos. Yo quiero ganar todos los días, hasta en los entrenamientos.
Tenemos equipo para competir con cualquiera. En Rusia quizá el Zenit esté un
poco por encima de los demás, y nosotros le ganamos en la primera vuelta.
¿Ves viabilidad a largo plazo al proyecto multimillonario del Anzhi de Roberto Carlos y Eto'o?
Confieso que
me sorprendió. Cuando fuimos a jugar allí me di cuenta de que están haciendo
bien las cosas. En el fútbol no siempre dos más dos son cuatro, y una inversión
no siempre asegura resultados. Si se tiene paciencia, que suele faltar en el
deporte, creo que puede ser una sorpresa grande en Europa.
Los clubes punteros rusos están haciendo una fuerte inversión en los últimos años. ¿Qué les falta a equipos como CSKA o Zenit para asentarse entre los notables del continente?
Están llegando a Rusia jugadores importantes que contribuyen al nivel global de la competición doméstica. Por otra parte, el cambio en el calendario, con parón invernal en vez de competición de marzo a noviembre, va encaminado a aumentar la competitividad a nivel europeo. Este es el primer año en vigor de ese nuevo calendario, así que está por ver cómo afecta. Evidentemente, antes era un hándicap.
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