Coti, como un ruso más

Leandro Fernández. Foto de Ria Novosti

Leandro Fernández. Foto de Ria Novosti

La historia de los jugadores argentinos en el fútbol ruso se remonta a 2002, con el fichaje de Gustavo Lillo por el FC Krylia Sovetov Samara procedente del Talleres de Córdoba. Después le acompañaron otros compatriotas como Nicolás Pavlovich, Rolfi Montenegro, Fernando Cavenaghi o Lucas Pusineri. La mayoría tuvieron una corta experiencia en Rusia, pero hubo unos pocos que echaron raíces. Fue el caso del marcador rosarino Leandro Fernández, “Coti”, todo un veterano del fútbol ruso, tras cinco temporadas en el Dinamo de Moscú. Sólo le supera Héctor Bracamonte, ex de Boca, que lleva siete en el FC Rostov. Actualmente, cinco argentinos militan en la liga rusa: Nicolás Pareja y Faustino Rojo en el Spartak, Óscar Ahumada en el Rostov, además de los mencionados Fernández y Bracamonte. Aunque puedan parecer pocos, Argentina es tercer el país (descontando las exrepúblicas de la URSS) con más representantes en Rusia, tras Brasil y Nigeria, que cuentan con 16 y 7 jugadores, respectivamente.

La oferta irresistible


Leandro Fernández se crió en la zona noroeste de Rosario. Se formó futbolísticamente en Newell’s Old Boys, donde jugó un par de temporadas antes de dar el salto a River en 2005. “Newell’s es mi casa, donde me enseñaron a ser futbolista profesional, pero a River también le debo mucho, pues apostó fuerte por mí en un momento difícil de mi carrera”, explicó el propio Leandro en una entrevista en Rusia. Antes, en 2004, llegó a debutar con la albiceleste en categoría absoluta y a colgarse el oro olímpico en Atenas. “ Jugar con la albiceleste era mi sueño desde chico. Fui varias veces y lo disfruté. Pero cuando vine a Rusia prácticamente me despedí, pues sé que los seleccionadores no miran aquí. En Argentina se desprecia el fútbol ruso por desconocimiento”,  confiesa el jugador. En 2006, tras disputar sólo 19 encuentros con River (Torneo Apertura), llegó una oferta rusa de alrededor de 4,2 millones de dólares por el jugador: “230 Lo primero que me convenció fue, obviamente el dinero. Una suma importante que nos convenía tanto a River como a mí. También estaba el desafío, porque Rusia está más cerca del fútbol europeo, que es donde todos queremos terminar”.

“Coti” no pudo tener una mejor adaptación a la liga rusa: ha sido titular indiscutible desde el primer partido y la afición del Dinamo le eligió mediante votación popular “Mejor Jugador del Equipo” ya en su primer curso (2006). Mérito añadido siendo extranjero y marcador: “por el estilo físico, para un defensor es mucho más fácil adaptarse al fútbol ruso que para un volante técnico. Cuando llegué, el entrenador me dijo que pegase un poco más. Ahora creo que se me fue la mano y me pide calma”, reconoce Leandro.



En lo personal, los primeros meses fueron los más difíciles pues su mujer, embarazada, se quedó en Argentina a dar a luz. Poco después, la familia se reunió en Moscú y desde entonces se adaptaron sin mayores dificultades a la vida rusa. El clima frío y el idioma suelen ser dos de los principales tópicos y barreras cuando se piensa en Rusia: “No he tenido demasiado problema con el idioma. Me puedo manejar en el día a día, y si necesito algo más específico, tengo al traductor. En el campo, los jugadores rusos no son muy de hablar, pero el idioma del fútbol es internacional. A veces me reconocen aficionados por la calle, aunque no es lo habitual. La gente en Rusia no sigue el fútbol tan de cerca como en Argentina. El frío es duro, pero la parte más fría no la pasamos aquí, pues la liga nacional termina a comienzos de diciembre y durante el invierno nos entrenamos en el sur de Europa”, comenta Leandro.

Los viejos laureles


Creado en 1923, el Dinamo de Moscú es el club deportivo más antiguo de Rusia. La sección de fútbol, con 11 títulos de liga, tiene el honor de ser el único equipo de fútbol del país que nunca ha bajado a segunda división. Sin embargo, los años de gloria quedan muy atrás y el último de esos 11 títulos se remonta al año 1976. Desde la creación de la Liga Premier tras la caída de la URSS, escuadras como Zenit, CSKA y Spartak se convirtieron en las dominadoras. En 2009, el club moscovita pasó a ser propiedad del VTB, uno de los bancos más potentes de Rusia, abriendo una esperanza de reverdecer viejos laureles. Así, esta temporada los resultados están   acompañando de nuevo y el equipo marcha tercer clasificado en la recién comenzada segunda vuelta del campeonato. “Sabía muy poco de Rusia antes de venir, lo que veía en las películas. Mi compañero en River, Montenegro, estuvo en Moscú antes que yo y me habló muy bien del club y de la ciudad. El fútbol ruso ha crecido mucho en los últimos años y ya está a la par de algunas ligas europeas, como demuestran cuando se enfrentan en competiciones continentales”, explica “Coti”.

Jugar a -20ºC


Con semejante clima y extensión, el fútbol ruso da para historias singulares. Por supuesto, a “Coti” le ha tocado vivir algunas: “La cancha más difícil donde he jugado en Rusia es sin duda Vladivostok. Son 10 horas de vuelo y siete husos horarios de diferencia. Cuando aterrizas no sabes ni qué hora es. Recuerdo también que en 2008 jugamos en Tomsk a -20º C, según comenzó el partido estaba deseando que terminase. Otra vez en Samara disputamos un encuentro con la cancha como una pileta, con el agua hasta los tobillos. Con el paso del tiempo son experiencias lindas”. Aunque indiscutible en el Dinamo, el defensa argentino no acostumbra a aparecer en titulares. Pero en septiembre del año pasado coprotagonizó un incidente que le sacó del anonimato mediático por un día, una riña con el jugador más famoso de la liga rusa: Samuel Eto'o, del Anzhi. La foto del delantero camerunés agarrando a “Coti” por el cuello dio la vuelta a Rusia.

Jugadores argentinos en Rusia

1)      Nicolás Pareja, FC Spartak de Moscú (desde 2010)

2)      Faustino Rojo,FC Spartak de Moscú (desde 2011)

3)      Óscar Ahumada del FC Rostov (desde 2011)

4)      Héctor Bracamonte (FC Moscú, 2004-2009, Térel Grozni, 2009-2011, FC Rostov, a partir de 2011)

 


Leandro está contento en el Dinamo y el club con él. También la afición, que le aprecia por su carácter en cancha y su fidelidad al proyecto.  Sin embargo, el fútbol da muchas vueltas: “una vez termine mi contrato en Moscú me gustaría probar en el fútbol italiano, por ser muy físico, como mi juego. Después, quiero retirarme en Newell’s”.

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