Fin del periodo romántico

La oposición se manifiesta por el centro de Moscú. En esta ocasión el número de participantes ha sido menor que en otras marchas.

La céntrica calle de Novi Arbat ha sido el escenario de la última manifestación “Por unas elecciones justas y limpias” convocada por la oposición. Como viene siendo habitual el número de participantes difiere según las fuentes. La policía urbana declara que ha habido 10.000 manifestantes, mientras que los organizadores hablan de 25.000-30.000. En cualquier caso, la cifra se ha quedado lejos de los 50.000 autorizados. El pasado miércoles el escritor Borís Akunin, miembro activo de los movimientos de protesta, declaró a RIA Novosti que “la oposición ha entrado en una nueva fase. Ese periodo eufórico y romántico ha terminado”. Lo cierto es que esta protesta  ha sido menos festiva que las de los meses anteriores. Una vez pasados los comicios en los que Putin se ha alzado con el 63% de los votos, la oposición y numerosos observadores denuncian que se han cometido irregularidades.  El propio Putin ha admitido la existencia de algunas irregularidades, pero defiende la limpieza de su victoria en la primera vuelta.

El ambiente entre los miembros de la oposición ya era diferente desde la protesta del pasado martes en la plaza Púshkinskaya, en la que hubo alrededor de 20.000 manifestantes (según los organizadores) y fueron detenidos alrededor de un centenar de personas, entre ellas el bloguero Alexéi Navalni. Él mismo reconoció ese día que marcha había sido menos multitudinaria que en anteriores ocasiones pero lo achacó a que era un día laborable. En esta ocasión, la popular figura pública no ha participado desde el escenario.

Desde el escenario, los participantes declaran que las elecciones carecen de legitimidad. El político Vladímir Richkov ha dicho que “las falsificaciones han sido masivas y que las elecciones parlamentarias y presidenciales deben repetirse”. Por su parte, la presentadora Xenia Sobchak ha declarado desde la tribuna: “Todos sabemos contra quién estamos aquí. Ahora tenemos que mostrar a favor de qué estamos. Tenemos que formular nuestro 'a favor de' rápidamente: a favor de la reforma de los tribunales, a favor de unos medios de comunicación libres, a favor de la movilidad social para los jóvenes, a favor de una profunda reforma política. Y si no somos capaces de crear esto, la lucha que ha tenido lugar hasta ahora, carecerá de sentido”.

Vídeo de RT.com

La fragmentación de la oposición era palpable en los numerosos colores de las banderas que ondeaban bajo el claro cielo de la capital: antifascistas, liberales, nacionalistas, ecologistas... Aunque las bandas blancas eran omnipresentes, así como los ingeniosos carteles de individuos particulares. Entre ellos había numerosas alusiones a los “carruseles”, columnas de personas que se desplazan para votar en diferentes lugares. Algunos de los carteles rezaban: “Devuelvan los carruseles a los niños”. Un muñeco articulado que emulaba a Robocop y prometía luchar en contra de los ladrones era blanco de los objetivos de los participantes en la marcha.

Tras finalizar el mitin la gente ha empezado a dispersarse. La protesta ha vuelto a ser “trending topic” en Twitter y, como viene siendo habitual, ha sonado la música de Víktor Tsoi y su canción, “Peremen”, (Cambios). Esta vez a escasos metros del legendario muro dedicado al cantante y que se convirtió en un símbolo de la libertad.

El despliegue policial ha sido amplio aunque el mitin ha transcurrido sin detenciones. Una vez terminado, han sido detenidas algunas personas, entre ellas Serguéi Udaltsov, político de izquierdas, al dirigirse hacia la plaza Púshkinskaya. Eco de Moscú ha informado que Udaltsov ya está en libertad y que tendrá que presentarse ante los juzgados en día 13. Además, la policía también ha arrestado a algunos ultranacionalistas en la inmediaciones de Novi Arbat.

Resulta difícil predecir lo que va a pasar con el movimiento de protesta. Hoy por hoy la oposición carece de un líder carismático que aglutine a las diferentes secciones y las movilizaciones de esta semana han sido menos numerosas que en los meses anteriores. En cualquier caso, la primavera llega a las calles de Moscú y las temperaturas empiezan a subir. Aunque está por ver qué ocurre con el movimiento ciudadano.

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