Gatílov añadió: "Su principal problema es la
falta de una simultánea exigencia a todas las partes (en conflicto en
Siria) para que den pasos prácticos para el cese de la violencia".
El diplomático ruso rechazó la posibilidad de que Moscú dé su visto
bueno al proyecto el 12 de marzo durante la reunión ministerial en el
Consejo de Seguridad cómo han propuesto algunos países occidentales.
"No consideramos oportuno vincular la adopción del texto con
cualquier clase de plazo. El facto tiempo no es el más importante para
nosotros. Lo importante es lograr un texto realista, sin dobleces y
encaminado a un arreglo sólido", apuntó.
El proyecto
estadounidense, que fue abordado esta semana a puerta cerrada por los
miembros permanentes del Consejo de Seguridad, llama a las autoridades
de Damasco a suspender las medidas de fuerza contra los manifestantes y
la entrada de ayuda humanitaria.
Además, insta al Gobierno
sirio a replegar el armamento pesado de las ciudades y poner en libertad
a los detenidos durante la represión que no hayan cometido delito
alguno.
Precisamente, Rusia y China han insistido en los
últimos días en la importancia de que el régimen sirio de Bachar al Asad
autorice la entrada de asistencia humanitaria en el país.
El
primer ministro ruso, Vladímir Putin, ganador de las recientes
elecciones presidenciales, aseguró esta semana que Rusia no cambiará su
postura en relación con el conflicto cuando él retorne al Kremlin a
partir de mayo y que no se ha planteado conceder asilo a Asad.
En uno de sus recientes artículos electorales, Putin aseguró que Rusia
nunca permitirá la adopción en el Consejo de Seguridad de una resolución
que allane el camino para una intervención militar en Siria.
"El veto no es un capricho", dijo Putin, quien aseguró que la política
de intervención humanitaria occidental es una excusa para exportar "la
democracia de las bombas".
Putin subrayó que no se debe
permitir la repetición en Siria del guión libio y advirtió contra la
tentación occidental de crear una coalición aliada en caso de no obtener
el visto bueno de la ONU para una operación militar en el país árabe.
Rusia, para quien Siria es su último aliado en Oriente Medio, ha
rechazado en el Consejo de Seguridad todas las resolución que aluden a
una posible intervención extranjera y exigen la renuncia de Asad. EFE
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