El diplomático recordó, sin embargo, que la
cumbre podría centrarse en otros temas como Afganistán o la cooperación
en el golfo de Adén, en el Cuerno de África, para luchar contra los
piratas somalíes, según las agencias rusas.
El secretario
general de la OTAN, Anders Fogh Rasmussen, pidió ayer al vencedor de las
elecciones presidenciales en Rusia, Vladímir Putin, que continúe la
política de diálogo con la Alianza Atlántica y acceda a cooperar en más
áreas, especialmente la defensa antimisiles.
El mandatario de
la Alianza Atlántica pone sus esperanzas en la cumbre de Chicago, en la
que confía en firmar un convenio con Rusia en materia del escudo
antimisiles, aunque sin colmar las exigencias de Moscú relativas a las
garantías jurídicamente vinculantes para que los misiles no puedan
apuntar a objetivos rusos.
En respuesta a Rasmussen, Riabkov
descartó la firma de cualquier documento político en caso de que celebre
la cumbre en la ciudad norteamericana.
El pasado mes de
noviembre, el presidente ruso, Dmitri Medvédev, amenazó con emplazar en
el sur y en el oeste de Rusia sistemas de armamento de ataque modernos
que estén en disposición de garantizar la destrucción del componente
europeo del sistema antimisiles.
Pocos días después, Moscú
cumplió la primera de las medidas anunciadas y desplegó un radar de
alerta temprana sobre ataques con cohetes en el enclave báltico de
Kaliningrado, fronterizo con Polonia. EFE
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