Además, añade la nota oficial, "se estableció
su participación en la preparación del asesinato del jefe del Gobierno
de Rusia, Vladímir Putin".
Osmáev es requerido por los órganos de seguridad rusos por haber cometido una serie de actos terroristas.
La Fiscalía General ucraniana confirmó haber recibido la petición de
extradición de Moscú y ya ha encargado a las autoridades judiciales de
la ciudad de Odessa que estudie la solicitud.
A su vez, el
jefe del Centro Antiterrorista de la comunidad postsoviética, Andréi
Nóvikov, aseguró que el proceso de entrega de Osmáev a Rusia se cerrará
pronto.
El propio Putin aludió a este asunto al comentar que
no teme a los atentados y que está acostumbrado a vivir con la amenaza
contra su persona desde que llegó al poder en 1999.
"Las
personas en mi situación deben vivir con ello. Y qué podemos hacer. Si
al vivir permanentemente con ello se hace con miedo la vida será
imposible. Que teman ellos", dijo Putin, el gran favorito a la victoria
en las elecciones del domingo.
El Canal Uno de la televisión
rusa informó este lunes, a una semana de las elecciones presidenciales,
que los servicios secretos de Rusia y Ucrania detuvieron a principios de
año a Osmáev e Ilyá Pianzin, quienes presuntamente preparaban el
atentado contra Putin.
Pianzin fue capturado en enero por
agentes de seguridad ucranianos tras una explosión accidental que se
produjo cuando aprendía a preparar explosivos en una vivienda que
alquilaban en la ciudad ucraniana.
Durante el interrogatorio,
Pianzin desveló el nombre del otro cómplice, Osmáev, sobre quien ya
pesaba una orden de búsqueda y captura internacional.
Una vez
detenido Osmáev, ambos confesaron que iban a perpetrar el atentado
contra Putin después de las presidenciales del 4 de marzo.
Con
este objetivo llegaron a Ucrania desde Arabia Saudí, tras recibir
instrucciones de Doku Umárov, el jefe guerrillero y el terrorista más
buscado de Rusia.
Tres candidatos a la Presidencia rusa -el
líder comunista, Guennadi Ziugánov; el ultranacionalista, Vladímir
Yirinovski, y el socialdemócrata Serguéi Mirónov,- criticaron el momento
elegido para desvelar el presunto plan de atentar contra Putin.
"Así, las abuelas y ancianas dirán: 'Cómo es posible. Lo querían matar. Vamos a votar por él'. Esto es una vergüenza. No son unas elecciones, sino una profanación. Es burlarse de la población", dijo Yirinovski. EFE
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