Udaltsov, un "enfant terrible" detenido en
numerosas ocasiones por manifestarse sin autorización, cree que los
rusos no soportarán otros seis años de mandato presidencial de Putin sin
profundos cambios en el sistema político conocido como vertical de
poder, en la que todas las decisiones se subordinan al Kremlin.
Por eso, propone una hoja de ruta, que incluiría la anulación de los
resultados de las elecciones parlamentarias de diciembre, en las que el
partido de Putin, según la oposición, habría manipulado los resultados
para lograr la mayoría en la Duma o cámara de diputados
"Se
trata de posponer las presidenciales durante uno o dos años, introducir
reformas políticas, simplificar los requisitos para el registro de
partidos, liberar a los presos políticos y abrir un diálogo con el
pueblo", dijo.
Esa transición política correría a cargo de "un
Gobierno de unidad nacional que incluiría a liberales, izquierdistas y
patrióticos".
"Eso no sería una excepción histórica. Putin
está obligado a sacar al país de la actual crisis política. El actual
sistema presidencialista es insostenible", proclama.
Sólo
después de esa reforma, podrían convocarse nuevas elecciones
legislativas y presidenciales, que se celebrarían de acuerdo con unas
nuevas reglas.
"Todo ha cambiado. Si el Gobierno no cede, no
podremos retener al pueblo eternamente. Podría estallar una revolución.
La gente está dispuesta a ir a las barricadas. Entonces, no harán
preguntas y exigirán a los dirigentes que dejen el poder", dijo.
Udaltsov cree que "el detonante" de las protestas no fue tanto el
fraude electoral, como el anuncio del primer ministro de que había
decidido ya en 2008 presentarse a las presidenciales tras ceder el
Kremlin durante cuatro años a Dmitri Medvédev.
"Los rusos
comprendieron que de ellos no depende nada. La gente se siente engañada.
El Estado ya no defiende los intereses de la mayoría", indicó.
Udaltsov aseguró que "Putin es casi un zar al frente de una democracia
ficticia rayana en la monarquía que encubre un sistema autoritario que
yo llamo terror de terciopelo".
"Los rusos han despertado de
su letargo político. Por vez primera, creen que es posible vivir sin
Putin. En Rusia existen muchos especialistas de alto nivel y no todos
están en el Kremlin o en el Gobierno. Sin Putin, Rusia sobreviviría,
aunque parezca imposible", dijo.
El opositor reconoce que
desbancar a Putin será muy difícil, aunque insiste en que la oposición
está más unida que nunca y, en caso de una segunda vuelta, el líder
comunista, Guennadi Ziugánov, podría recibir los votos de liberales y
nacionalistas.
Udaltsov cree que incluso si gana las
elecciones en la primera vuelta, "Putin sentirá la presión del pueblo y
no podrá aislarse de sus demandas, por lo que tendrá que lanzar reformas
para prevenir una nueva ola de protestas".
En caso de fraude,
agrega, la oposición tiene previsto salir a la calle el 5 de marzo con
la intención de protestar indefinidamente en una campaña de
desobediencia civil para obligar a Putin a presentar su dimisión.
"Si las autoridades vuelven a saltarse las leyes, llamaremos a la
oposición parlamentaria a no reconocer los resultados electorales y
tomar las calles. Esperamos que el Gobierno no opte por la represión.
Nosotros sólo queremos cambios pacíficos" dijo.
En su opinión,
Putin ya es respaldado sólo por los sectores que más dependen del
Estado para su supervivencia, como mujeres, ancianos y residentes
rurales, y también por los interesados en la mano dura.
Además, advierte que Rusia también está amenazada por una "explosión
social", ya que Putin "ha aplazado la adopción de medidas impopulares
como la reforma de las pensiones y la sanidad hasta después de las
elecciones".
"Entonces, la indignación política se sumará al descontento social y los rusos buscarán la revancha", sentenció. EFE
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