Putin, quien aseguró ayer que el Día del
Defensor de la Patria que se celebra hoy en Rusia es una festividad muy
especial para su familia, acudió al Luzhnikí a falta de diez días para
las elecciones presidenciales del 4 de marzo.
A lo largo de
toda la campaña, Putin aún no había participado en ningún mitin
multitudinario, ni siquiera en el que congregó a más de cien mil de sus
partidarios el pasado 4 de febrero en el complejo conmemorativo de
Poklónnaya Gorá.
Unas 30.000 participaron en la marcha que
transcurrió durante tres kilómetros a orillas del río Moskova entre la
estación de metro Frunzénskaya y el estadio, que acogió esta semana el
partido de Liga de Campeones entre CSKA y Real Madrid.
"Putin,
nuestro presidente", rezaba una de las pancartas que portaban los
partidarios del primer ministro ruso, el gran favorito a la victoria en
las elecciones presidenciales del 4 de marzo.
La numerosa
afluencia de personas colapsó varias estaciones del metro moscovita, lo
que obligó a muchos de los interesados en participar en la marcha a
desplazarse a pie hasta el punto de partida del acto, y obligó a cerrar
el tráfico en varias calles.
La prensa ha vuelto a denunciar
que empleados de la administración pública y trabajadores de
corporaciones estatales han sido obligados a asistir al mitin bajo
amenaza de represalia o despido por parte de sus superiores.
Según el último sondeo del Centro de Estudio de la Opinión Pública,
Putin ganaría las elecciones presidenciales en la primera vuelta con el
58,6 % de los votos.
La oposición no parlamentaria ha advertido que si en las presidenciales se repite el fraude de las legislativas de diciembre pasado lanzará una campaña de desobediencia civil con protestas indefinidas. EFE
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