Los Manolos – All My Loving
Ya ha empezado el espectáculo. Los que más cantan son rusos y finlandeses; Los segundos con mucho más tino que los compatriotas de Pugachova. Sin embargo en esta ocasión presencio un caso inédito: un españolito se anima, y canta “The Yellow Submarine”, y ha continuación una chica rusa canta la canción que Whitney Houston hizo famosa en la película “El guardaespaldas”.
El príncipe gitano – In the ghetto
¿Hasta qué punto es un hecho banal, o una casualidad?
Si te dedicas al noble arte de estar en el camino ya habrás notado que el número de españoles viviendo fuera se ha disparado en los últimos años. Por supuesto que la carnívora crisis económica resulta una motivación importante, pero también es cierto que los españolitos ya hablan un inglés aceptable, y que muchos de los complejos que nos han acompañado durante siglos quedaron en la hemeroteca.
Ersatz Musika – Winter 19
En el caso ruso no se trata sólo de globalización, sino de un nuevo lenguaje reproducido sobre todo por las generaciones jóvenes. Millones de personas están activamente presentes en las redes sociales, conectados al resto del mundo a través de internet. El nivel educativo también ha vuelto a subir; Aquellos que viajan hablan un inglés fresco, que no sólo es de diccionario.
También se podría hablar del sentido del ridículo, tan diferente españoles y rusos, y tan importante para que a los ibéricos nos cueste soltarnos con los idiomas.
Raphael – The Age of Aquarius
Miro alrededor. El espectáculo continúa: mujeres solas, hombres que se empiezan tambalear por el alcohol y una sempiterna partida de billar en la televisión del ferry. De la nada al absoluto no hay término medio, sino un vacío. Los finlandeses sólo cantan tango y heavy metal.
Nuestro Pequeño Mundo - Sinnerman
Cada vez que visito Helsinki paso por tres santuarios rusos:
El primero es el bar “Moskova” (Eerikinkatu 11). Reducto Brezhneviano, frecuentado por Aki Käurismäki en sus años mozos. Está junto al Bar Corona.
El segundo es el restaurante “Pelmenit” (Kustaankatu, 7). Cocina casera rusa, precios razonables, un poco de drama (la camarera llora, el jefe grita…), y todo eso en el barrio más pintoresco de Helsinki: Kallio.
El tercero es una iglesia rusa a la que nunca he conseguido entrar. Intenté por lo menos 7 veces visitar la Catedral Uspenski (en el puerto), y siempre estaba cerrada. Como Sísifo, cada vez que paso por Helsinki subo la colina en la que se encuentra la bonita iglesia rusa, en un esfuerzo que siempre resulta baldío.
Najwa Nimri – Dead For You
También está el bar Molotow (Vaasankatu 29), que es donde me encuentro con un viejo amigo: “Lo que me gusta de Helsinki es que, aunque ellos se esfuerzan en cubrir todo con una pátina de diseño hipster, puedes ver la candidez pueblerina, tímida pero juguetona, que hace tan encantadora a la sociedad finlandesa”, me dice.
t.A.T.u & Rammstein – All About What?
Pero un karaoke es diferente, y en países como Finlandia el cantar es considerado más que un evento social, casi una institución. Después de varios meses estudiando en Helsinki sólo logré encontrarme con mi tutor académico una vez. Sin embargo, cuando le escribí anunciando mi partida me respondió con un enigmático email: “tenemos que ir juntos a un karaoke antes de que te vayas”. Y fuimos, y cantamos, y él lo hizo mucho mejor que yo.
Supersonic Future – May be Yest? May be no?
Incluso la tradición japonesa del karaoke-taxi ha llegado a Helsinki. Estos mini-buses tienen capacidad para 12 personas; puedes pasar de Frank Sinatra a Olavi Virta sobre ruedas y sin pestañear.
Christina Rosenvinge – Liar to love
Desde hace cinco años finlandeses y chinos compiten por el récord Guinnes de la sesión de karaoke más larga. En 2007 se estableció en 145 horas cantando, en la provincia china de Anhui. Esa marca fue pulverizada en el Kouvala Karaoke Club, a 100 kilómetros de Helsinki. Sus parroquianos cantaron durante 214 horas.
No obstante, el récord volvió a ser batido en la ciudad de Changchun, donde se cantó durante 456 horas (19 días, 6.281 canciones).
El último intento del Kouvala Club por recuperar el cetro fue infructuoso. Después de 446 horas cantando los jueces pararon la sesión porque una canción fue repetida; según las reglas no es posible cantar la misma canción en menos de dos horas.
Marisol – Porompompero 2001
“En los karaokes de Moscú se preocupan más por la calidad del sonido y la variedad de canciones. También la comida tiene un papel relevante. Están más orientados a las clases medias, son más ambiciosos, e incluso sofisticados. Los karaokes de Helsinki tienen un carácter más popular. También participa la clase media, pero la clase media finlandesa es diferente de la rusa. Aquí es más una reunión donde la gente bebe y libera sus impulsos” nos explica la antropóloga Elina Mäkila.
Yat-Kha – Love Will Tear Us Apart
The Sunday Drivers – My Plan
Kino - Blood type
Pronto llegaremos al destino. En el karaoke anuncian que ya no admiten más canciones. La embriaguez se palpa en el ambiente a pesar de que sólo es mediodía.
Esta playlist es sólo un acercamiento a cómo grupos españoles y rusos han cantado en inglés. Igual rompe algunos tópicos.
Los Bravos - Black is Black
- Dos karaokes recomendados:
En Helsinki: Pataässä.
http://www.karaokebar.net/pataassa
En Moscú: Art Klub Karaoke na Plyushixe.
https://www.youtube.com/watch?v=xuk9noKMqjQ
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