Foto de Itar Tass
Después
de los resultados en los juegos olímpicos de invierno de Vancouver,
la entusiasta afición acabó por perder la ilusión. En las
Olimpiadas de 2010 la selección rusa sólo ganó tres medallas de
oro y ocupó el 11º puesto en el ranking general. Fue la peor
actuación de Rusia en toda la historia del movimiento olímpico. De
esta manera, la Olimpiada de Sochi, para la que faltan tres años y
medio, amenaza con convertirse más que en triunfo, en una
deshonra.
Ante la falta de tiempo, los directores de las
federaciones deportivas han adoptado una solución que ya probara
anteriormente el zar Pedro I. Debido la falta de especialistas se ha
empezado a reclutar a extranjeros, siguiendo el ejemplo del monarca
ruso.
El último nombramiento ha tenido lugar hace pocos días. La mítica deportista de la selección canadiense de los años 80-90, Patti Vutrich, será entrenadora y consultora de la selección rusa de curling. No ha llegado sola. La Federación de Curling ha empezado el proceso para conceder la nacionalidad rusa a tres jugadores canadienses: Jason Gannlaungson, Justin Richter y Tyler Forrest. Por su parte, la selección de patinaje de velocidad sobre pista corta ha optado por el mismo camino. Además de firmar un contrato con el entrenador coreano Jimmy Jang, que trabajó con la selección olímpica de EE UU, ha propuesto que cuatro campeones del mundo coreanos obtengan la nacionalidad rusa.
La
“legión extranjera” con vistas a Sochi 2014 no sólo se compone
de representantes de deportes menos conocidos. Incluso en el patinaje
artístico, donde hasta hace poco que Rusia era una referencia, no se
prescinde de los foráneos. Para las competiciones de patinaje en
pareja, desde el verano se está entrenando con María Mujórtova el
patinador francés Jerôme Blanchard. Mientras que en danza sobre
hielo, la pareja de Katia Pushkash, de Nizhnii Nóvgorod, es el
australiano Jonathan Guerreiro. Por otra parte, la ucraniana Tatiana
Volosozhar será la pareja de Maxim Trankov.
Aunque el
esfuerzo no se limita a extranjeros, sino también a los rusos
esparcidos por el mundo tras la perestroika y los cambios políticos
que tuvieron lugar en el país. La Federación de Ski Alpino
y Snowboard está
negociando un cambio de nacionalidad con el suizo nacionalizado Yuri
Podládchikov y con el esloveno nacionalizado Alexánder Glébov. El
patinador canadiense Fiodor Andréiev representará a Rusia junto a
Yana Jojlova.
Por otra parte, la mayor demanda es la de
entrenadores extranjeros que hayan demostrado sus capacidades a
través de una serie de victorias olímpicas.
Se han
contratado los entrenadores eslovenos Urban Planishek y Marian
Chernigoi. El director deportivo de la Federación de Ski de Montaña
Leonid Mélnikov, explicó: “Uno de ellos participó en el programa
estadounidense “El Pedestal”, preparatorio para la Olimpiada en
Salt Lake City. El equipo preparado por el otro ha ganado medallas en
varias olimpiadas y campeonatos del mundo”.
El entrenador estonio Mati Alaver, que encabezará la selección rusa de ski de fondo, puede estar orgulloso de haber preparado al dos veces campeón olímpico Andrus Veerpalu y a uno de los ganadores de los Juegos, Jaak Mae.
Parece
que la selección rusa en la Olimpiada de Sochi será verdaderamente
internacional.
Reacciones
ante este cambio
No hay que volver a inventar
la bicicleta
En
el deporte actual no queda nada del “encanto local”. Cualquier
intento de “conservar un estilo propio” significa, en el mejor de
los casos, volver a inventarse una bicicleta en la que ya monta todo
el mundo, y en el peor, aislarse del mundo a favor de los intereses
particulares de algún nacional.
Contratando a un entrenador extranjero, si se trata de un profesional de alto nivel (y si no, ¿para qué lo vamos a contratar?), compramos lo más valioso que hay en el deporte actual, es decir, tecnología. Es simple, no hay otra manera de conseguir estar al mismo nivel que otros países.
¿Qué
podemos hacer si no tenemos especialistas en patinaje de velocidad
sobre pista corta? ¿Esperar a que la actual generación de
deportistas gane experiencia, luego se dedique a entrenar, se lleve
todos los chascos del mundo y luego se haga competitiva? ¡Eso
llevaría décadas! Sin embargo, comprando un entrenador de alto
nivel, no sólo obtendremos resultados, sino que también asentaremos
los cimientos para los futuros especialistas rusos.
En su
época, los entrenadores rusos fueron capaces de reanimar el patinaje
artístico estadounidense y el atletismo africano, prácticamente
inexistentes por aquel entonces, y a nadie en el extranjero le ha
parecido vergonzoso haber ido a buscar a Rusia el conocimiento, la
experiencia y las futuras victorias.
Dmitri Nasezhdin, periodista deportivo
Los mercenarios valen hasta que llega el primer fracaso
Europa
utilizó mercenarios durante las guerras de la Edad Media y sabe
perfectamente que son fieles a su bandera hasta la primera derrota.
En cuanto hay que demostrar valentía y perseverancia, cuando hay que
luchar hasta el final, los mercenarios salen corriendo y venden su
espada a otro señor. Rusia, que siempre ha ganado sus batallas
gracias a sus milicias locales, parece no haber aprendido esta
lección. Ahora empieza a contratar con entusiasmo a chapuzas
extranjeros y les propone ocupar puestos clave. ¡Si sólo alguno
escondiera que viene a Rusia para ganar dinero! ¡Ninguno lo oculta!
¿Qué
cuentas se le puede pedir a un entrenador extranjero? Ninguna. Si
tenemos suerte, como ocurrió con Hiddink en el Campeonato de Europa
de 2008, el entrenador es una estrella y todo el mundo le quiere con
locura. Si no hay suerte, como pasó con el mismo Hiddink en Maribor,
el entrenador hace sus maletas, consigue que le paguen lo que se le
debe y se va a ganar dinero a otro sitio, a Turquía en este
caso.
No tenemos que contratar a extranjeros, sino reunir a
los rusos desperdigados por el mundo. Por ejemplo, en la Olimpiada
2010 se ganó gracias a entrenadores rusos que trabajaban para otros
países. ¿Es que no vamos a encontrar dinero para los nuestros si
estamos pagando ese dineral a los forasteros? Y es que a los rusos sí
que podemos pedirles cuentas, porque se preocuparán por el país
igual que todos nosotros.
Serguéi Titov, periodista deportivo
Advocaat en el campeonato de Europa
Al
parecer, el entrenador extranjero más conocido en Rusia es el
holandés Dick Advocaat, seleccionador del equipo nacional de
fútbol.
Además, la selección de voleibol está dirigida por
el italiano Daniele Bagnoli y se quedó sin medalla en el campeonato
de Europa celebrado recientemente. En cuartos de final, Rusia perdió
ante Serbia.
La misma suerte ha corrido la selección masculina de baloncesto. Los tutelados por el israelí David Blatt perdieron ante los futuros campeones estadounidenses durante los cuartos de final del mundial.
Lea el artículo original en:http://www.kp.ru/daily/24572/743871/
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