Fuentes diplomáticas occidentales confirmaron
a Efe que la decisión de llamar a consultas a los embajadores fue
tomada en bloque por los mayores países de la UE, pero que la actividad
en las legaciones continuará por ahora con normalidad.
El embajador de España, Julio Albi, abandonará esta misma noche la capital siria, según pudo saber Efe.
El fracaso a la hora de aprobar una resolución de condena en el
Consejo de Seguridad de la ONU ha llevado a una movilización diplomática
que busca la reacción de un gobierno que, pese a todo, aún tiene el
control y un respaldo significativo de sus ciudadanos.
Por
eso, la entrevista hoy en Damasco del ministro ruso de Exteriores,
Serguéi Lavrov, fue recibida como una seria llamada de atención para que
Al Asad abra un diálogo real.
"Moscú quiere que las reformas
anunciadas por Al Asad se hagan realidad y puedan convencer a aquellos
opositores que no han decidido tomar las armas y que todavía creen en
una solución negociada", explicó a Efe un analista que pidió no ser
identificado.
Según declaró el propio Lavrov a la prensa rusa,
el presidente Al Asad aseguró en la reunión que está dispuesto a
dialogar con todas las fuerzas políticas.
"El presidente sirio
está totalmente comprometido con el cese de la violencia,
independientemente de donde provenga", subrayó, al tiempo que alertó de
que Rusia no tolerará una intervención extranjera para solucionar la
crisis.
Por su parte, Al Asad se comprometió al citado diálogo
y a cooperar con "cualquier esfuerzo que apoye la estabilidad en
Siria", reiterando su respaldo a la misión de observadores de la Liga
Árabe, suspendida por la continuación de la violencia.
Según
las declaraciones difundidas por al agencia oficial siria Sana, el
mandatario agradeció a Rusia su veto el pasado sábado a la resolución
del Consejo de Seguridad y denunció que el resto de países no entienden
"su visión de efectuar reformas internas sin la injerencia extranjera".
Una de las medidas estrella en el plan de reformas de Al Asad es una
cambio constitucional que supuestamente garantizará el pluripartidismo,
ya que hasta ahora solo está admitido el partido gobernante Baaz.
La noticia de que la comisión constitucional ya ha finalizado sus
trabajos fue difundida en paralelo con la llegada de Lavrov, al que
decenas de miles de personas recibieron en la carretera del aeropuerto,
en una nueva muestra del músculo con que todavía cuenta el régimen en
Damasco.
El borrador de la carta magna deberá ser sometido en
la primera semana de marzo a un referéndum popular, según el calendario
anunciado por Al Asad en enero pasado.
Sin embargo, mientras
en la capital se ofrecía la zanahoria, el régimen asadista se guardaba
de nuevo el palo para la castigada ciudad de Homs.
El
Ministerio del Interior no dejó lugar para dudas acerca de sus
intenciones al anunciar que "continuará la persecución de los grupos
terroristas armados que operan en Homs".
Las autoridades
sirias acusaron en un comunicado a esos "grupos terroristas" de la
escalada de la violencia en las últimas semanas, e insistieron en que
continuarán su ofensiva "hasta recuperar la seguridad y la estabilidad
en la ciudad".
Homs volvió a ser un día más el escenario de
los peores bombardeos del régimen, en una estrategia de hostigamiento
que comenzó el pasado viernes con los disparos de morteros y obuses
desde los carros de combate.
Según los opositores Comités de
Coordinación Local, al menos 25 personas murieron hoy por la represión,
catorce de ellas en Homs y otras siete en Madaya, una localidad en la
periferia damascena que, según sus habitantes, también está siendo
objeto de asedio militar. EFE
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