"El tema del sistema defensivo de misiles
puede hacer sonar las alarmas en Europa", dijo el titular de Exteriores,
quien instó a la OTAN a evitar decisiones en solitario.
Agregó que el denominado escudo antimisiles europeo no verá avances
mientras las "legítimas preocupaciones" de Rusia "continúen siendo
ignoradas" por los miembros de la Alianza Atlántica.
Moscú
considera que un sistema de misiles como el propuesto por la OTAN podría
dirigirse contra Rusia y repetiría una estrategia de "división por
bloques" propia de la Guerra Fría que ya debería estar superada, según
Lavrov.
Por su parte, el secretario de Defensa de EEUU, Leon
Panetta, reiteró en este mismo encuentro que el escudo antimisiles
serviría para garantizar la seguridad de Europa y otros estados y
subrayó que "no se construye contra Rusia".
El ministro alemán
de Exteriores, Guido Westerwelle, indicó a este respecto que hay que
buscar puntos comunes entre la OTAN y Rusia en lugar de diferencias y
abogó por intentar lograr una "solución común" para la próxima cumbre de
la OTAN, prevista para mayo en Chicago (EEUU).
En este
sentido, el titular alemán de Defensa, Thomas de Maizière, apuntó que no
se pueden esperar avances hasta que tengan lugar en Rusia las
elecciones presidenciales de marzo.
Westerwelle también señaló
que, de forma paralela a la construcción del escudo antimisiles, EEUU
debería comenzar a desmantelar su armamento nuclear en el viejo
continente, un punto de fricción entre Europa y Washington.
La
OTAN tiene previsto instalar en Europa antes de 2020 un sistema
defensivo de misiles controlado desde la base estadounidense de Ramstein
(Alemania) y con sedes en otros emplazamientos, como Rota (España).
Este escudo antimisiles estaría destinado principalmente a proteger a
Europa de eventuales ataques iraníes, según sus promotores, aunque
Rusia teme que también fuera empleado en su contra.
En este
sentido, un grupo de expertos en defensa presentó hoy en la MSC un
estudio que aboga por enterrar la polémica entre la OTAN y Rusia en
torno al escudo antimisiles y les anima a cooperar a nivel estratégico
en materia militar, defensiva y económica.
El texto asegura
que "la única forma de asegurar la seguridad a largo plazo" de Eurasia y
América del Norte se basa "en la construcción de una Comunidad de
Seguridad Euro-Atlántica inclusiva, de unidad y funcional", en la que
las disputas se resuelven "exclusivamente por métodos diplomáticos,
legales y no violentos".
La polémica sobre el escudo
antimisiles es uno de los temas principales de la conferencia, en la que
también se ha abordado el programa nuclear iraní, el conflicto sirio y
la crisis europea desde la perspectiva del auge de Asia. EFE
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