Sonia, 16 años
Soy una
estudiante de instituto y no he ido a las concentraciones anteriores. Aquel día
hubo un examen extraordinario de ruso y de matemáticas en todos los colegios.
Además, los padres nos pidieron que no fuéramos, pero ellos sí que estuvieron.
Sin embargo, los profesores de mi centro escribieron una carta abierta a los alumnos del último curso, en la que se decía que para considerarse ciudadano de nuestro país, había que ir a la concentración. Muchos de mis amigos fueron a la manifestación y se quedaron impresionados al encontrarse con gente culta, con estudios, y no a unos burros de carga gritando. Así que creo que también irán el día 4.
Probablemente, si aquel día no me hubieran pedido que tuviera cuidado, también habría ido. En cuanto al 4 de febrero, todavía no lo sé fijo.
Irina, 27 años
Me
defino como persona perteneciente a la clase media. La mayoría de mis amigos
han ido a la plaza, pero yo no. Tampoco tengo intención de ir a la
concentración del día 4, pero sigo los acontecimientos de cerca.
Me dedico a los procesos informativos y comprendo cómo son las guerras de la información en nuestra sociedad. En mi opinión, las concentraciones de la plaza Bolótnaya y de la avenida Sájarov han demostrado que en la capital hay intelectuales capaces de demostrar su posición de ciudadanos.
Espero que llegue el momento de que mi participación en una concentración se convierta en algo clave.
Anónimo. Estudiante de la Escuela Militar Suvórovskoye
No he ido a las concentraciones y tampoco tenía planeado asistir a ninguna.
Por lo visto, fue importante para los participantes.
Creo que no llevarán a nada, no merece la pena ni probar.
Alexánder, 24 años
Inscripción en la pancarta: Militares sin casa declaran huelga de hambre.
Me llamo Alexánder Vladímirovich Kucherenko. Soy hijo de un teniente coronel. Mis compañeros de desgracia, otros oficiales y sus familias, nos vemos obligados a realizar este tipo de acciones. Hemos organizado nuestras propias concentraciones y acciones colectivas. Ahora estoy en una acción individual, y no es la primera vez. Además, ayer nos declaramos en huelga de hambre.
Utilizo distintas redes sociales, sobre todo vkontakte.ru, pero también tengo una cuenta en facebook.com. Intercambio información y enlaces a diferentes acciones y actividades con mis compañeros.
Creo que hay que ir a la manifestación del 4 de febrero “Por unas elecciones justas”, intentaré estar allí. Será si las circunstancias lo permiten, es decir, si no me encuentro en huelga de hambre.
Zina, 33 años
Me llamo Zina y trabajo en Moscú. Trabajo en una tienda de alimentación. No estuve en la manifestación y seguramente no participe en la próxima. Siempre hay dificultades, en cualquier época. Hace cinco años había dificultades, ahora también las hay.
No creo que se pueda cambiar todo en un momento. Sólo con mi opinión no basta.
Artiom, 28 años
Hola. Me llamo Artiom y tengo 28 años. Me dedico a las relaciones públicas, soy agente de publicidad. No he ido a las concentraciones, pero sólo digo una cosa: las manifestaciones no ayudan. Mis amigos han ido, pero no han conseguido el efecto esperado, no.
Marcel, 35 años
¡Buenos días! Fui a la primera concentración del 10 de diciembre “Por unas elecciones justas”. Como era la primera vez, me resultó interesante ver cómo iba a ser todo.
Estuve en la Plaza de la Revolución, donde se reunían todos para después unirse a la columna principal. Y a mí, que soy francés, me resultó interesante ver a los rusos movilizarse en un movimiento pacífico en el que, además, todo ha ido bien. Apoyo activamente este movimiento e iré a la próxima manifestación.
Takashi, 21 años
Me llamo Kyodo Takashi y tengo 21 años. Buenos días.
Estoy en Moscú en un viaje para estudiar. Estudio ruso. Estoy aquí desde hace cuatro meses.
Estuve en Europa desde diciembre hasta principios de enero y no oí demasiados detalles, pero algunos de mis amigos rusos participaron en las manifestaciones.
A mí también me llamaron para ir a la concentración. Pero como nosotros, los japoneses, recibimos un aviso de la embajada que decía que las manifestaciones podían ser peligrosas y que no había que participar, me negué.
Sin embargo, al ver las fotos y los vídeos de mis amigos en Facebook, me di cuenta del número de personas que había estado allí y me hice una idea de lo que había pasado.
Me pareció que a diferencia de Japón, mis amigos de aquí se interesan realmente por la política. En Japón también hay manifestaciones de vez en cuando, pero no de esta magnitud. De repente sentí que el interés que hay en Japón por la política es, en cierto modo, falso.
Gracias.
Polina, 23 años
Me llamo Polina y tengo 23 años. Soy periodista. Fui a la primera manifestación, a la del 10 de diciembre en la plaza Bolótnaya, no por encargo de la redacción, sino como iniciativa personal. Fui porque no había votado a Rusia Unida y entiendo los resultados electorales.
Soy periodista y no puedo dejar de ir a este tipo de eventos; fui para saber cómo vive tanto Moscú como el país.
Lo más interesante es que han ido muchos amigos míos que no tienen nada que ver ni con el periodismo político ni con la defensa de los derechos. Creo que es porque hace cuatro años eran más jóvenes. Ahora muchos ya han empezado una vida independiente y tienen ideas propias. La gente ha empezado a valorar la situación. Son personas de mi edad, pero mis padres y sus amigos, gente mayor, también han ido a la concentración.
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