Al mismo tiempo, el jefe del Gobierno ruso
indicó que no ve "nada terrible" en la celebración de una segunda vuelta
electoral y agregó: "Estoy preparado para ello: si es necesario
trabajaremos en una segunda ronda".
Según la ley electoral
rusa, en caso de que ninguno de los candidatos obtenga la mayoría
absoluta de los votos emitidos, los dos más votados concurren a una
segunda vuelta.
Putin, quien ya ejerció la jefatura del Estado
ruso entre 2000 y 2008, es el gran favorito para ganar los comicios del
próximo mes de marzo, pero las encuestas difieren en cuanto a si
conseguirá o no la mayoría absoluta.
El propio primer ministro
expresó hoy sus temores de que sus partidarios no acudan masivamente a
las urnas por considerar que su victoria está garantizada.
"Existe el peligro de que mucha gente, muchos de mis partidarios no
vayan (a votar) creyendo que la elección ya está ganada o que se hará
algo para que la gane", dijo Putin, quien acto seguido enfatizó: "No
vamos a hacer nada".
Insistió en que las elecciones presidenciales serán limpias y transparentes.
"Ya lo he dicho públicamente y volveré a repetirlo: no quiero
trabajar ni voy a hacerlo si no tengo respaldo. No tiene sentido",
añadió.
Putin expresó su esperanza de que los observadores
internacionales serán imparciales en su evaluación de las elecciones
presidenciales rusas, que tendrán lugar tres meses después de unos
comicios legislativos salpicados por denuncias de fraude masivo en favor
del oficialismo.
Los rivales del primer ministro en las urnas rivales son: Guennadi Ziugánov, del Partido Comunista; Serguéi Mirónov, del socialdemócrata Rusia Justa; Vladímir Yirinovski, del ultranacionalista Partido Liberal Democrático, y el multimillonario Mijaíl Prójorov.EFE
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