El papel de Rusia en Davos

Los participantes en el Foro Económico Mundial prevén un incremento de la crisis mundial y están dispuestos a buscar un nuevo modelo para el crecimiento económico. El mundo empresarial ruso se siente más seguro.

El pasado día 25 se inauguró la XXXXII edición del Foro Económico Mundial (FEM) en Davos, Suiza, bajo el lema “La gran transformación: la construcción de nuevos modelos”.

Klaus Schwab, fundador y el presidente del FEM, declaró que "el capitalismo en su versión actual  no es conveniente para el mundo de hoy en día. No hemos aprendido la lección de la crisis de 2009. Se necesitan urgentemente transformaciones globales, y hay que empezar por restablecer el sentido de la responsabilidad social”. En opinión de los organizadores del Foro, en este siglo son imprescindibles nuevos modelos de desarrollo, ideas valientes y coraje personal para no limitar el potencial de la humanidad.

Las sesiones se dedicarán a la reinterpretación de los valores tradicionales: desde los indicadores de éxito económico y social, hasta el papel de los bancos, pasando por la capacidad de superar la crisis económica y política mediante métodos democráticos y logros tecnológicos. La canciller alemana Ángela Merkel fue la encargada en inaugurar el Foro.

La solución a muchas de estas cuestiones depende de los modelos de desarrollo que puedan proponer los países asiáticos, a los que se dedican más de diez sesiones. Seis de ellas estarán destinadas a China.

Además, una parte se centrará en Rusia, con el título “Las perspectivas de Rusia”. Los participantes en estas sesiones son miembros de importantes organismos: el ex ministro de finanzas Alexéi Kudrin, el presidente del banco VTB, Andréi Kostin, el viceprimer ministro, Ígor Shuválov, el director general de Alcoa, Klaus Kleinfeld, el presidente del BERD, Tomas Mirov, el presidente del consejo directivo de Vimpelcom, Augie Fabel y Christina Freeland, redactora de Thomson Reuters.

Aunque las actividades informales rusas son más numerosas: se organizarán desayunos de Sberbank y VTB Capital con inversores, y habrá una recepción del Fondo Ruso de Inversiones Directas. Un portavoz de VTB Capital señaló que el formato del desayuno es muy cómodo: “Muchos inversores empiezan su jornada laboral bastante pronto. El desayuno se organiza cuando todavía no ha empezado trabajo en la zona principal del Foro, así no se distraen”.

Por otra parte, asistirán jefes de estado y de gobierno de más de treinta países. La delegación rusa estará encabezada por Ígor Shuválov, señala Arkadi Dvorkóvich, consejero del presidente, que también participa en el Foro. Admite que lo más importante no serán los discursos públicos, sino las conversaciones de pasillo.

El proyecto ruso más relevante que se presentará en Davos es el Fondo Ruso de Inversiones Directas, en el que el estado comprometería 10.000 millones de dólares, con la condición de que en las inversiones participen socios internacionales.

Este año, los optimistas en Rusia son el 48%; esta cifra es más alta que el promedio mundial, aunque es más baja que el año pasado, cuando alcanzó el 60%.

"Rusia sigue manteniendo unas posibilidades de crecimiento con las que regiones como Europa, afectada por la crisis, sólo pueden soñar", señala Kiril Dmítriyev, director del Fondo Ruso de Inversiones Directas. Andréi Kostin, presidente de VTB, asegura que "las perspectivas del mundo empresarial ruso parecen mejores, aunque este año ha empeorado la situación de liquidez, y los mercados occidentales de capital se han cerrado prácticamente en su totalidad". Sin embargo, Kostin no prevé ningún endurecimiento de las condiciones para la concesión de créditos en el sector corporativo ruso.

El ritmo de crecimiento disminuirá. Ígor Komarov, presidente de AvtoVAZ, admite que ya se están dando problemas de liquidez. "La peor consecuencia para la economía real es la disminución del nivel de liquidez y el consiguiente incremento del 1-1,5% en los intereses crediticios". Por su parte, el director general de Evrosibenergo, Yevgueni Fiódorov, añade que “se espera que el sistema bancario se adapte a las condiciones actuales y que la liquidez vuelva a los mercados, entre otras cosas, con ayuda gubernamental”.

"La situación económica empeorará, y con ella la situación política, pero las empresas podrán mejorar sus índices económicos", asegura el director general de Rusagro, Maxim Básov.

El 70% de los ejecutivos globales tiene planeado cambiar de estrategia debido a la dinámica del consumo y a las condiciones económicas. Los ejecutivos rusos encuestados por Védomosti o bien no han pensado cambiar en absoluto, o bien se limitarán a hacer una “corrección”. Por ejemplo, Kostin señala que sólo se están corrigiendo la táctica y los medios para alcanzar los objetivos estratégicos, teniendo en cuenta la complicada situación de la economía mundial. Sin embargo, todos los ejecutivos rusos encuestados por Védomosti están dispuestos a reducir costes.

La empresas rusas tienen sus propios problemas, replica Básov: “Ha empeorado la percepción del país por parte de los inversores. Los gastos aumentan: el gas, la energía eléctrica, los abonos, los combustibles y los salarios. Además, falla la calidad de la infraestructura, y no nos sentimos protegidos ante el incremento de los impuestos”.

Las entidades con los mayores grupos de representación son el Fondo de Innovación Skólkovo y el grupo Básovi Element (Elemento Básico). "Hay cinco representantes en la delegación en la sala", señala el portavoz de de este último. "La representación siempre depende del estatus de socio estratégico", añade. Davos cuenta con 109 socios de este tipo. El coste de este estatus es de 500.000 francos suizos anuales. Los socios rusos del Foro, además de de Básovi Element, son VTB, Lukoil, Sberbank, Troika Dialog y Vimpelkom.

Una encuesta realizada por Pricewaterhouse Coopers entre 1.258 directivos de empresas en 60 países demostró que un 40% de los directivos están más seguros sobre las perspectivas de sus empresas que respecto a las perspectivas de la economía global.

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