Tráfico de órganos en Kosovo

Foto de Reuters

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El proceso judicial del caso de los traficantes de órganos, supuestamente protegidos por empleados estatales, entra en una fase decisiva. La UE participa como parte acusadora. Por su parte, en Rusia se lleva a cabo un juicio contra los traficantes de órganos, por lo que se ha recogido importante material para el proceso que tiene lugar en Pristina. El veredicto del proceso podría tener serias consecuencias políticas.

El proceso judicial empezó el pasado 4 de octubre. Entre los acusados figuran antiguos trabajadores de la Clínica Medicus, hay albanos, turcos e israelitas, además de un alto exfuncionario del Ministerio de Salud de Kosovo, Ilir Rezai. Según las investigaciones, los perjudicados son moldavos, kazajos, turcos, rusos y bielorrusos. Las víctimas fueron a Kosovo atraídas por una falsa promesa: 15.000 euros a cambio de uno de sus riñones. Pero ninguno de los más de treinta “donantes” recibió dinero alguno, a pesar de que los acusados los vendiesen entre 80.000 y 100.000 euros cada uno. Ahora, los miembros de la banda se enfrentan a una condena por la creación de un grupo criminal, por llevar a cabo actividades ilícitas y por tráfico de personas.

El caso de los trasplantes de la clínica Medicus se ha asociado con otro escándalo, surgido en 2008 tras la publicación del libro de Carla del Ponte, exfiscal del Tribunal de Haya, titulado “La caza. Yo y los criminales de guerra”, en el que se relata el secuestro  de 300 personas, entre serbios de Kosovo, gitanos y ciudadanos de otros países en el año 1.999.

Los secuestrados eran trasladados a Albania, donde les extraían un riñón y otros órganos. Según Carla del Ponte, la actividad delictiva se llevaba a cabo con el conocimiento y la participación  activa de oficiales de alto y medio rango del Ejército de Liberación de Kosovo (ELK). Uno de esos comandantes era Hashim Thaci, actual Primer Ministro de la República.

En base a este libro el parlamentario suizo Dick Marty preparó  para Asamblea Parlamentaria del Consejo de Europa (PACE) un informe sobre el tráfico de órganos en el país. El documento se publicó a finales del año 2010 y en él también se apunta a Hashim Tachi y a otros dirigentes como miembros de una organización criminal dedicaba al tráfico de personas y órganos. Las autoridades de Kosovo negaron categóricamente las acusaciones.

Por su parte, una fuente de Kommersant en círculos diplomáticos rusos explicó que lo más probable sería que en Kosovo actuara una única red, que según la información de Del Ponte y Dyck Marti, lo hacía con la participación de personas que en la actualidad  forman parte de la élite del país.

El interlocutor de Kommersant recordó: “Rusia insistió en la ilegitimidad del gobierno de Kosovo, en la necesidad de llevar a cabo una investigación de sus crímenes. De modo que cuando en abril del año pasado el Ministerio de Asuntos Exteriores de Rusia recibió una solicitud de la misión europea en Kosovo (EULEX) para que prestase asistencia judicial en el caso de la 'Clínica Medicus'  accedió a colaborar”.

Conviene señalar que el año pasado el Comité de Investigaciones (SKR, en sus siglas en ruso) abrió una causa judicial a petición  del Ministerio de Asuntos Exteriores de Rusia y encontró a algunas víctimas. Su testimonio será muy importante para el veredicto del caso que tiene lugar en Pristina.

En el transcurso de las investigaciones se descubrió que las víctimas eran tanto rusos como de otros países. Dos ciudadanos rusos fueron reconocidos oficialmente como víctimas. En agosto del 2008 les extrajeron el riñón izquierdo en la clínica Medicus. De acuerdo a fuentes de ″Kommersant″ en el Comité de Investigaciones, las personas a las que les extrajeron los riñones fueron engañadas, ya que les entregaban mucho menos dinero de lo que les habían prometido.

EULEX, en tanto que parte acusadora, está experimentando serias dificultades con los testigos. En los últimos años, según la información de diferentes medios, varios de ellos han muerto en circunstancias extrañas, mientras que otros se han negado a declarar.

Ahora espera contar con el testimonio de los testigos-víctimas rusas. Sin embargo, estos testimonios no han llegado todavía a manos de EULEX y es la Fiscalía General la que debe tomar la decisión sobre la entrega del material.

El Comité de Investigaciones agrega que debido a las peticiones de asistencia jurídica de varios países y a la propia investigación que lleva a cabo en cooperación  con la Fiscalía General del Estado y el Ministerio de Asuntos Exteriores continúa con la investigación. El Comité se abstuvo de realizar más comentarios, aludiendo al secreto del sumario.

La próxima audiencia del caso ″Clínica Medicus″ se llevará a cabo las próximas semanas. Por ello se mantiene cerrada la obtención de materiales acusatorios rusos.  

Además, fue imposible obtener declaraciones de la dirección la Oficina de Medios de Comunicación de la Fiscalía General. La fuente ″Kommersant″ en los círculos diplomáticos rusos  lamentó que cuando se comenzó a tratar el tema y pidieron ayuda a Rusia, ésta no estaba lista para brindar el apoyo necesario.

Artículo publicado originalmente en:  http://www.kommersant.ru/doc/1852630

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