Esos dos portahelicópteros, uno de los cuales
será desplegado en el mar Negro y otro en las inmediaciones de las
islas Kuriles, reclamadas por Japón, serán construidos en los próximos
años en los astilleros franceses DCNS.
Rusia se comprometió a
pagar 1.200 millones de euros (1.659 millones de dólares) por los dos
portahelicópteros en el marco del programa de modernización de sus
Fuerzas Armadas.
Por el momento, se desconoce si los buques
incluirán los sistemas tácticos y de mando originales, lo que había
desatado críticas por parte de otros miembros de la OTAN.
Tampoco se sabe si Francia cederá a Rusia las licencias de producción
sobre los sistemas tácticos SENIT-9 del Mistral y la patente para
fabricar también los sistemas de mando SIC-21.
Isaikin
reconoció que Rusia también negocia la compra de otros dos buques, que
serían construidos en territorio ruso, aunque aún no se conoce cuando se
firmará el correspondiente contrato.
Este es el primer
contrato de venta de buques de un país aliado a Rusia, lo que ha
generado inquietud entre los países bálticos y Polonia, que temen que
los portahelicópteros amenacen su seguridad.
Los Mistral, de
199 metros de eslora y 32 de manga, tienen un desplazamiento máximo de
32.300 toneladas, desarrollan una velocidad de hasta 18,8 nudos y pueden
recibir hasta 16 helicópteros, unos 50 vehículos militares y medio
millar de soldados.
En el marco del programa de rearme hasta 2020, Rusia se gastará unos 700.000 millones de dólares, entre otras cosas, en la adquisición de 100 buques: 35 corbetas, 15 fragatas, 20 submarinos y otros barcos de apoyo.EFE
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