Antes de ser hundida mañana miércoles en
aguas del Pacífico, la Progress M-13M pondrá en órbita un microsatélite
de investigación científica, el Chibis-M, destinado al estudio de
fenómenos tormentosos en diversos espectros de emisiones
electromagnéticas.
Para lanzar el Chibis-M, de 40 kilogramos
de masa, la nave de carga rusa deberá elevar su altura de órbita hasta
los 500 kilómetros, maniobra que no supone ningún riesgo para la
plataforma espacial y sus tripulantes.
La tripulación actual de la EEI está compuesta por seis astronautas: los rusos Oleg Kononenko, Antón Shkaplerov y Anatoli Ivanishin; los estadounidenses Donald Pettit y Daniel Burbank, y el holandés André Kuipers, de la Agencia Espacial Europea.EFE
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