Agencia “Blackberry”

Foto de Itar Tass

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Andréi Nikitin tiene 31 años y es el director general de la Agencia de Iniciativas Estratégicas (AIE), grupo creado el verano pasado por Vladímir Putin, para tratar los problemas de los empresarios y profesionales. Algunas de estas personas son las mismas que salieron a protestar a las calles en diciembre.

Nikitin, que ha tenido su propio negocio en la región de Tver y Ufa, manifestó que su nuevo papel consiste en comprender mejor por qué la gente se siente privada de sus derechos y la causa de la insatisfacción con la política y los negocios en general; el nuevo paso será recomendar reformas.

Nikitin compartió su agenda con Anna Nemtsova, corresponsal de Newsweek en Moscú y colaboradora de Rusia Hoy.

¿Cómo responde usted a la última ola de críticas y protestas contra Vladímir Putin?  

Desde mi punto de vista Vladímir Putin es una persona que tiene el apoyo de la mayoría de los rusos. Eso le hace sentir seguro de su posición y le da una sensación de legitimidad. Al mismo tiempo, es un hombre inteligente que se da cuenta, como ha declarado, que las personas que salieron a la plaza son también un producto de su régimen. Es una generación de los profesionales libres, criados durante la época de Putin.

La idea de crear nuestra agencia era un intento de establecer una comunicación entre Putin y esa parte del público. Es una especie de comunicador, una Blackberry, a la que uno puede llamar. Nuestro trabajo consiste en llevar a cabo todas las ideas positivas que nos llegan, y también tratar de aplicarlas en los proyectos a nivel federal o regional.
 

¿En qué se diferencia su agencia de docenas de otros institutos estatales ya existentes?

Nos centramos en diferentes temas. Uno de ellos es el llamado “nuevo negocio”. La idea es apoyar a las empresas que ya tienen éxito cuando “llegan al techo de cristal” o a algún tipo de la barrera que les impide crecer. Este mes nos han asignado que desarrollemos una serie de proyectos de inversión en diferentes regiones de Rusia. Somos responsables en la mejora del clima de inversiones a nivel local. Estamos interesados en ayudar a los mejores empresarios con negocios de tamaño medio, es decir, entre 3.000 y 4.000 millones de rublos (entre 75 y 100 millones de euros), que han estimulado la producción en las regiones. Nosotros creamos oportunidades para ellos y los apoyamos mediante cambios en el sistema para limitar las decisiones tomadas por burócratas individuales.
 

¿Cómo es la comunicación con Vladímir Putin?

Al Primer Ministro le gustaría conocer a los empresarios y escuchar problemas con los que se encuentran. Me reúno con él cada mes y medio para informarle acerca de nuestros progresos. Siendo yo mismo un empresario puedo observar cómo mejorar las garantías del Estado; llegué a este puesto para mejorar el clima de negocios. No me considero parte del Gobierno.
 

¿Tiene miedo de ser demasiado directo al contarle al primer Ministro las difíciles cuestiones  con las que la gente tiene que tratar?

No hay nada que temer. No sirve de nada que me limite a hablar de los problemas, yo propongo opciones y soluciones. Hablamos de las soluciones óptimas, además de nuevos negocios tenemos un departamento llamado “nuevos profesionales”. Hoy en día las empresas están muy necesitadas de personal profesional. Cada año, el ministerio de Educación gasta unos 100.000 millones de rublos (unos 2.500 millones de euros) en la formación de profesionales, mientras que las empresas tienen que gastar más o menos la misma cantidad para repetir la formación de los graduados que contratan.

¿Qué iniciativas ofrece al sistema de educación?

El próximo año tenemos planes para lanzar un programa de Educación Global, parecido al que tienen en China y Kazajistán, donde los estudiantes pueden estudiar en las mejores universidades del mundo con la condición de que vuelvan al país. Antes de que el programa empiece a funcionar y miles de estudiantes vayan al extranjero, tenemos que romper el muro de resistencia de los rectores. Ellos creen que en nuestro país todo está bien.

Hay un desacuerdo con el ministerio, ellos opinan que son los rectores los que deberían elegir a los estudiantes que irán a estudiar en el extranjero. Pero en nuestra opinión, el sistema de solicitudes debería ser transparente y  todos los estudiantes deberían tener derecho a estudiar fuera.

¿Qué cree que es lo que indigna a las personas de negocios como para que salgan a protestar?

Los burócratas del nivel inferior están violando sus derechos. Hicimos un progreso real en las regiones, donde exigíamos a los gobernadores que garantizaran los derechos de los inversores. Yo mismo tengo negocios en las regiones de Ufa y Tver y comprendo que la calidad de servicio público tiene que mejorar.

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