El decreto presidencial afecta al empedrado de la Plaza Roja, a la cuesta de San Basilio y a los Jardines de Alejandro, tradicionales lugares de concentración popular y destino obligado para los turistas.
Las correspondientes solicitudes sólo pueden ser presentadas por el Gobierno federal, el Ayuntamiento, el Parlamento y las más altas instancias judiciales como muy más tarde tres meses antes de la celebración del acto.
De esta forma, queda descartada la posibilidad de que la oposición convoque manifestaciones cerca del Kremlin con vistas a las elecciones presidenciales del 4 de marzo, en las que el primer ministro, Vladímir Putin, concurrirá como candidato.
La oposición rusa celebró en diciembre en el centro de Moscú las mayores manifestaciones antigubernamentales desde la caída de la Unión Soviética (1991) para denunciar el fraude oficialista en los comicios legislativos.
Con vistas a este año, la oposición ha prometido una nueva ola de protestas, la primera de las cuales se celebrará el 4 de febrero en la avenida Academia Sájarov, donde se congregaron cerca de 100.000 personas el 24 de diciembre.
La oposición exige la anulación de los resultados de las legislativas del 4 de diciembre por el fraude oficialista, la celebración de nuevos comicios este año, el registro de todos los partidos, la liberación de los presos políticos y la destitución del presidente de la Comisión Electoral Central.
Putin ya ha respondido que la revisión de los resultados electorales está fuera de lugar y que la única vía que le queda a la oposición son los tribunales, aunque se ha mostrado dispuesto al diálogo. EFE
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